El Sindicato profesional de Enfermería SATSE denuncia, a través de una nota de prensa, que la actual dotación de profesionales de Enfermería que presta cuidados en las diferentes Unidades del Hospital de Pozoblanco, están por debajo de las recomendaciones mínimas que marca el Ministerio de Sanidad para la atención a Hospitales de similares características, el cual recomienda una dotación de Profesionales de Enfermería de 1 Enfermera por cada 6-10 pacientes ingresados en turno diurno y 12-15 en turno de noches.  Situación que contrasta con la realidad del Hospital de Pozoblanco en la que 1 sola Enfermera tiene que atender a 16 pacientes o más, durante todos los turnos  de trabajo, lo que supone reducir el personal de Enfermería por debajo de la mitad, de las recomendaciones del Ministerio.

Durante el  verano, dos de las tres plantas de hospitalización del Hospital que están operativas tienen  una dotación de personal de Enfermería de 2 Enfermeros por turno, para atender una media de 32 pacientes y la tercera cuenta con dos Enfermeras en turno de mañanas y una sola en tardes  y noches para 15 pacientes.  Esta dotación de personal es muy inferior a la dotación habitual que contempla la Administración Sanitaria Andaluza en este hospital, que es de tres enfermaras en los turnos de mañanas y de tardes y dos en los de noches,  y está por debajo incluso de la que marca la propia Dirección del Centro ante una jornada de huelga, para garantizar la calidad asistencial, máxime cuando el índice de ocupación es del 100% en las unidades.

Para SATSE esta situación actual, es realmente crítica, puesto que el número de profesionales de Enfermería en el Centro Hospitalario, nunca había sido tan bajo y por tanto nos encontramos ante una situación nueva, que realmente puede ser catastrófica. Hay que destacar, puntualizan desde SATSE, que hasta ahora la UCI no había sufrido una disminución en el número de profesionales. Situación que se ve aún más agravada porque la otra Unidad que puede llegar a ejercer las mismas funciones, la Unidad de Reanimación de Quirógrafo, también está viendo reducida drásticamente su plantilla. Situación que provoca, que se disminuya desde las 3 Enfermeras en turno de mañanas y tardes y dos de noches, dedicadas a los cuidados críticos en estas unidades, se pase a dos durante la mañana y una durante las tardes y las noches.

Situación que se agrava porque de las 105 camas disponibles para adultos en el Hospital, el Director Gerente ha decidido cerrar 30 (una planta entera mas media de otra), lo que genera, que en lo que va de mes, las 75 camas operativas de adultos que quedan se encuentran todas ocupadas, provocando una masificación en las unidades de hospitalización y en el servicio de urgencias, ya que pacientes que están pendientes de ingreso tienen que esperar, algunos de ellos hasta un día a que quede una habitación libre.

Además se están produciendo presiones a los Facultativos para que procedan a dar altas precoces de pacientes para habilitar estancias, lo que provoca que estos pacientes tienen que asumir sus cuidados en su domicilio, cuando en condiciones normales, por el proceso que padecen, permanecerían ingresados.

Reducción de plantilla en la UCI

Por otra parte SATSE recuerda que en la UCI se atienden pacientes en estado crítico, por ello las recomendaciones son de una enfermera por cada dos pacientes. La dotación que actualmente tiene la UCI de Pozoblanco es una sola enfermera para atender un total de hasta seis pacientes y así esta programado durante todo el verano. Con ello se pone en riesgo la salud de los pacientes ingresados en la UCI ya que una única enfermera resulta objetivamente insuficiente para atender una situación de emergencia.

Esta situación, asevera SATSE, es la mayor reducción en el número de profesionales que prestan cuidados en el Hospital Valle de los Pedroches en toda su historia, puesto que si bien el pasado verano los números ya fueron insuficientes, los que tenemos este año son realmente preocupantes y evidencian que ante esta situación se puede acabar produciendo alguna desgracia, motivada por la masificación y el déficit de personal.

Continua SATSE afirmando, que se está provocando un gran malestar entre los pacientes y familiares que perciben la sobrecarga asistencial que tienen los profesionales que se traduce en falta de tiempo para atenderlos. Así mismo los profesionales tienen la sensación de que la Dirección Gerencia desconoce su labor e incluso que la infravalora, puesto que de otra manera no es concebible las actuaciones en la política de contrataciones que están realizando, debido a que es imposible realizar los cuidados y todas las actividades que deben asumir con la actual dotación de profesionales.

Responsabilidades

Desde SATSE, se ha enviado un escrito al Director Gerente del Área Sanitaria Norte de Córdoba, José Antonio Ruiz Romero, al que se le responsabiliza de esta situación, puesto que es perfecto conocedor de la actual situación y así se lo ha manifestado el Sindicato en reiteradas ocasiones, obviando las recomendaciones del Ministerio de Salud, de la propia Consejería de Salud, de los mínimos de personal en caso de huelga que se han impuesto para garantizar la asistencia sanitaria a la población y de la Inspección de Trabajo, la cual instó a la dirección del Hospital a realizar una evaluación de riesgos psicosociales  al personal, ante la situación de estrés por la presión asistencial que se mantienen de forma continuada en las unidades.

Finaliza SATSE aseverando, que es una temeridad y una irresponsabilidad el empecinamiento del Director Gerente del Área Sanitaria, José Antonio Ruiz Romero, el cual prioriza los criterios económicos, sobre los asistenciales, aunque con ello ponga es riesgo la salud de los pacientes ingresados en el Hospital y por ello pondrá en conocimiento de la fiscalía cualquier deficiencia asistencial que se pueda producir como consecuencia de este déficit de personal. Para SATSE resulta inconcebible que sean siempre los Profesionales y los usuarios del sistema sanitario público andaluz, los que deban “pagar el pato” de la política economicista que llevan a la práctica los responsables del Hospital.