Bonitos diseños, buena redacción y un conjunto de ideas. Así podrían definirse los programas electorales si no fueran porque en teoría son el compromiso que adquieren los políticos con la ciudadanía. Aparentemente la confección de un eje programático no debe ser nada fácil, atendiendo también al volumen de propuestas que se registran, aunque tampoco son garantía de nada. Probablemente sea el contrato más incumplido de cuantos se firman metafóricamente y para eso no importan las ideologías ni los colores. Bastaría un repaso a los programas electorales asumidos por los diferentes equipos de gobierno para darse cuenta de que la carta de los deseos o promesas se queda en papel mojado cuando el contrato expira.
No obstante, es la carta de presentación de cualquier partido político y deja en evidencia la diferencia de prioridades. A escasas horas del cierre de la campaña electoral nos detenemos en lo que ofrecen las diferentes formaciones políticas para el Pozoblanco del mañana. Nos detenemos en algunos ejes y en algunas de esas propuestas ante la imposibilidad de reflejarlas todas observando que en muchas cuestiones casi todas las fuerzas políticas coinciden.
Se repite la residencia de mayores, el proyecto para La Salchi, la dotación de suelo industrial, las acciones para jóvenes, la mejora en instalaciones deportivas en pistas de pádel, campos de fútbol, piscina o pabellón municipal, los planes de empleo o las iniciativas en materia de cultura. Hay discrepancias, por supuesto, y en este bloque aparece, por ejemplo, la fórmula de gestión de los servicios municipales, la manera de acometer algunos de esos proyectos o las propuestas culturales o de juventud. Puntos en común y diferencias que se reflejan en la siguiente infografía.
Para su elaboración hemos utilizado, lógicamente, los programas que los partidos han hecho públicos. En el caso de Vox, por falta de recursos según fuentes del partido, no se ha hecho público el programa en su totalidad y de ahí que el número de propuestas baje con respecto al resto de partidos.
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