Esta vez apelar a la épica no sirvió y el Pozoblanco cayó ante un Conil al que consiguió remontar dos goles en contra (2-3)

No siempre se puede apelar a los mismos recursos, esperar a recibir dos mazazos en contra para reaccionar y no siempre se puede remontar un 0-2 en contra. Eso le pasó al Pozoblanco frente a un Conil que consiguió su primera victoria como visitante y que deja al cuadro de Mario Rojas muy tocado de cara a la clasificación. No merecieron los locales perder, nada más lejos de la realidad, porque fueron ellos los que pusieron las ocasiones en la primera parte pero perdonaron en demasiadas ocasiones. Luego, es cierto, que los blanquillos disputaron sus peores minutos, quedaron a merced de su rival  y sus fallos defensivos le sentenciaron para tener que luchar con un 0-2 adverso al que le dieron, otra vez de forma épica, la vuelta. Pero el talón de Aquiles de los de Rojas es evidente, semana tras semana se deja notar y otro fallo defensivo impidió al menos sumar un punto más que merecido. Una pena porque el Pozoblanco ahora ve a un rival directo un poco más lejos.

Primera parte entretenida la que ofrecieron los dos equipos, sobre todo en la primera media hora de juego, donde hubo idas y venidas constantes y donde las ocasiones cayeron del lado de ambos bandos. Fue el Pozoblanco el que dispuso de las más claras pero como suele ocurrir cuando se perdona en exceso acabó retirándose a la caseta de vestuarios con un resultado adverso (0-1). Salió muy seguro el conjunto dirigido por Mario Rojas, con las ideas muy claras y teniendo presente la necesidad de sumar los tres puntos ante un rival directo como es el Conil en su lucha por eludir el descenso.

Nada más arrancar el choque, en el minuto 1, Silva envió un pase interior a Silva al que Juanjo no llegó por muy poco y que vino a significar el primer aviso de los locales. A renglón seguida sería el delantero el que no acertó a rematar en boca de gol un centro medido de Charaf desde la banda derecha y en el 8 Juanjo de nuevo lo intentó con un disparo demasiado flojo que atajó sin problemas el cancerbero del Conil. Tres ocasiones a las que se unió, poco después, una de las más claras de las que dispusieron los locales. Sancho aprovechó el resbalón de un defensa para marcharse pero su disparo fue atajado por Carrasco. El jugador no supo ver a su compañero Silva que se encontraba solo y optó por el disparo. La respuesta del cuadro gaditano llegó al cuarto de hora de juego cuando Willy aprovechó un desajuste defensivo para lanzar un misil que dio en el larguero, que salvó al Pozoblanco del 0-1.

Molero quiso sumarse al festín de ocasiones y subió a rematar un saque de esquina botado por Alberto Fernández, pero el central erró en su remate, que se marchó fuera por muy poco. Y de tanto perdonar, el Pozoblanco acabó viendo como su rival aprovechó en el 26 la segunda llegada para marcar. De nuevo un fallo defensivo permitió a los jugadores del Conil acercarse con peligro a la meta de Calonge, que no pudo hacer nada ante el disparo ajustado de Iglesias que adelantó a los suyos y cambió el guión de la contienda, ya que tras el tanto en contra el Pozoblanco se vino abajo, se desdibujó y cedió el esférico a su rival, que empezó a tocar y a gustarse, aunque sin crear el peligro necesario para aumentar la ventaja a su favor.