La Asociación Adroches, con el apoyo del Instituto Provincial de Desarrollo Económico (Iprodeco), organizó ayer sábado una Jornada de Viticultura de Los Pedroches que se desarrolló en la finca experimental de la Fuente de la Calera, ubicada en el entorno del Puerto Calatraveño, y a la que asistieron casi medio centenar de personas. Los expertos participantes en la cita animaron a recuperar el cultivo de la vid en Los Pedroches de forma diferenciada porque la comarca “tiene las variedades, los suelos y un paisaje excepcional para el desarrollo de una viticultura singular”.
El profesor titular director del Departamento de Agronomía, Biotecnología y Alimentación de la Universidad Pública de Navarra, Gonzaba Santesteban, explicó el proceso de identificación genética de las muestras de variedades locales y únicas de Los Pedroches recopiladas en la comarca por Francisco Javier Domínguez, impulsor del proyecto, y señaló “que el hallazgo de distintas variedades locales junto a otras rarezas como la heben ofrece una oportunidad para desarrollar un viñedo diferenciado en un espacio de gran belleza y biodiversidad”. Santesteban detalló que el camino de recuperar el viñedo en una comarca como Los Pedroches es lento pero “muy ilusionante” y señaló que sería una buena estrategia comenzar con pequeñas plantaciones para luego ir generando una cultura de cultivo que actualmente está prácticamente perdida.
Por su parte, Francisco Javier Domínguez, narró cómo comenzó esta aventura y cómo ha sido el proceso desde que comenzó con los estudios históricos y geográficos del viñedo en Los Pedroches hasta que contacto con la Universidad Pública de Navarra para realizar los análisis genéticos. A partir del descubrimiento de ocho perfiles autóctonas de vid, empezó el proceso para regularizar dos de las primeras variedades, las más viables, y la plantación de un viñedo en régimen experimental en la sierra. “En sólo dos años recuperado una parcela que era monte y olivar perdido, hemos enmendado el suelo y ya tenemos los primeros racimos, es una ilusión enorme poder contribuir a recuperar un paisaje cultural perdido”, ha explicado Domínguez.
El alcalde de Alcaracejos, José Luis Cabrera, fue el encargado de abrir el acto junto al diputado delegado de Cohesión Territorial, Juan Díaz, y al presidente de Adroches, Santiago Ruiz. “Tenemos una nueva oportunidad que es compleja por la normativa que rige el viñedo, pero todo suma y estamos dispuestos a respaldar esta iniciativa para diversificar nuestro paisaje y hacer viables muchas parcelas que actualmente son inviables para casi todo tipo de usos y que podrían ser viñedo”, declaró Santiago Ruiz. Por su parte, Juan Díaz expresó que la naturaleza del proyecto “puede ser el acicate para que haya quienes se animen a plantar viñas y recuperar una tradición y una práctica agrícola de la que no queda memoria”. Para José Luis Cabrera, “es un privilegio que sea nuestro municipio el lugar de la comarca donde se enmarca esta aventura”. Cabrera destacó que esta iniciativa se suma a la apuesta de recuperación del patrimonio, cultural, natural y agrícola que el Ayuntamiento de Alcaracejos está desarrollando en el marco del proyecto Alcaracejos Mozárabe.
Cata y regularización de variedades
Los técnicos del IFAPA Enrico Cretazzo, Pilar Ramírez y Juan Manuel León, detallaron todo el proceso que se va a seguir con las variedades locales de vid después de la identificación genética que ha realizado la Universidad Pública de Navarra. Enrico Cretazzo indicó que este proceso puede durar cinco o seis años y que ya ha comenzado. Cretazzo explicó las distintas fases de recogida de muestras identificación genética, ampelografía, identificación de virus y patologías y documentación. En una línea similar, Pilar Ramírez desgranó cómo se ha afrontado este proceso en zonas como el Altiplano de Granada, donde se identificaron dos variedades locales que están a punto de ser regularizadas. Ramírez expresó que contar con variedades locales constituye un elemento muy importante para afrontar proyectos de viticultura diferenciados y que ofrezcan algo distinto al mercado.
De este modo, la jornada servió de escenario para presentar el primer vino de uva tinta de la variedad que se ha denominado provisionalmente como amparo. La presentación fue desarrollada por Juan Manuel León, que resaltó que el vino es un clarete por la tonalidad de las uvas que no llega a ser tinto. “Su aroma es fresco afrutado de frutos rojos intensos, con toques tostados y minerales que lo hacen muy especial y diferente a otros vinos”, apuntó León. Durante la jornada se puso de manifiesto el carácter histórico del proyecto porque es la primera vez que se vinifica esta variedad con criterios técnicos profesionales del siglo XXI.
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