Juan Domínguez Cabrera, más conocido como El Chairo, mismo nombre que la confitería que regentaba y que hoy lo hace la cuarta generación de pasteleros, falleció en el día de ayer a los 88 años de edad. Una persona ligada a Pozoblanco por seguir la estela de su familia, confiteros por vía paterna y chocolateros por vía materna.
En el año 2012, Juan Domínguez recogió la trayectoria vital de su familia en un libro, un recorrido ligado íntimamente a una confitería ‘La Primitiva’, que fue abierta por su abuelo, Juan Domínguez García en 1910. Un libro que conforma también la historia de la propia localidad.
Él conformó la tercera generación de confiteros dentro de su familia, no renunciando a sus orígenes y siguiendo con un negocio que prosperó y evolucionó como los propios tiempos. Juan Domínguez Cabrera dejó, entre otras cosas, su creación profesional más reconocida, el popular «negrito», dulce más demandado de la confitería y que lleva su sello.
Ligado a la elaboración de dulces, a la atención al público, al devenir y crecimiento de Pozoblanco, la vida de Juan Domínguez Cabrera estará siempre unida a la calle Ayuntamiento número 3.
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