El Balonmano Pozoblanco dio de nuevo la de cal en casa contra el Calmec Barakaldo. Una victoria excelente, de casi diez goles de renta, que le mantiene fuera de la zona de play-off de descenso y que vuelve en situación de engancharse a la parte media de la tabla si estrena alguna vez su casillero fuera de casa.
El cancerbero Fede Sincich sintió que el equipo hizo «un partido perfecto» contra el Barakaldo. «Fue ese tipo de partidos en los que todo lo que haces sale bien. Es un golpe de moral enorme para el equipo, destacando la defensa que hicimos, que fue para ponerle un diez», detalló.
Pero, como ya se ha comentado reiteradamente esta temporada, queda dar el paso de vencer lejos del Juan Sepúlveda. ¿Por qué tanto cambio de dentro a fuera? «Está claro que el factor campo influye, pero personalmente pienso que el equipo psicológicamente no se da cuenta de que se puede puntuar fuera. Pero sabemos que tarde o temprano ganaremos fuera y será el momento en el que terminemos de confiar en nosotros mismos y borrar los fantasmas del pasado»
En lo personal, Sincich se reenganchó a su segundo año en Pozoblanco tras la lesión de Antonio Carreño. «Personalmente me encuentro bien, pero he tenido altos y bajos que no tuve la temporada pasada. Sé que un equipo sin portería no puede jugar bien al balonmano y a veces esa presión creo que me perjudica, aunque sé que todo está en mi cabeza», aseveró. «La cabeza de un portero tiene que ser de acero y simplemente tengo que creer en mí y en mis compañeros y los buenos porcentajes llegarán».
«Si el año que viene no tengo suerte, tendré que hacer del balonmano un hobby»
El jugador vive lejos de su tierra y en su caso debe mirar más por un futuro. Realista, Sincich comenta que «espero algún día ser un profesional de verdad, pero, siendo realista, creo que si el año que viene no tengo suerte en el balonmano deportiva y económicamente tendré que trabajar o estudiar y el balonmano será un simple hobby». «Tengo ya 23 años y eso pesa a la hora de pensar en mi futuro», expone.
De momento, Fede quiero dejarlo todo por conseguir el objetivo del club. «La lucha por la permanencia está muy dura ahora mismo, pero estoy más que seguro de que no descendemos y también de que no jugaremos play-off de descenso», afirmó. Sorprender al Octavio en su casa, como se hizo en Pozoblanco, ayudaría. «Sabemos que el partido contra Octavio es difícil, porque además ellos se llevaron del Juan Sepúlveda un palo muy fuerte. Pero somos siete contra siete y sólo la pista decidirá».
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