El 26 de enero de 2019 ante el Antoniano jugó su último partido en la temporada 2018/2019, la mala suerte impidió que uno de los jugadores que fue testigo del descenso a Primera Andaluza fuera protagonista en el campo cinco años después del regreso del Club Deportivo Pozoblanco a Tercera División. Fran Moreno vivió ese ascenso sintiéndose parte del equipo, pero no le quedó otra que hacerlo desde la grada merced a un accidente laboral que rompió la ilusión que tenía depositada en la campaña que parecía, como luego fue, la del regreso. Seis meses han transcurrido desde aquel fatídico día y Fran Moreno no sólo ha vuelto a la disciplina del club en el que se ha formado como jugador y cuya elástica lleva defendiendo años, sino que lo ha hecho ganándose un hueco en el once titular. Atrás quedan los días de dolor y soledad, Fran Moreno ha vuelto para quedarse.
El jugador nos enseña las señales de la operación, la cicatriz que evidencia el paso por el quirófano. Todo ocurrió en el inicio del mes de febrero cuando Fran Moreno se encontraba trabajando en el campo, una caída propició que un tractor le atropellase y le provocase esa rotura de peroné. A pesar de relatar el «inmenso» dolor, el futbolista sonríe teniendo en cuenta que «afortunadamente se quedó solo en eso, podía haber sido mucho peor, haberme hecho daño en las dos piernas, por eso ahora pienso que tuve suerte». Con el diagnóstico en la mano, Moreno tuvo claro que tocaba decir adiós a la temporada y ese fue uno de los puntos más complejos de asimilar.
«En una lesión, en un accidente siempre se pasa mal, pero si estás jugando al fútbol es lo que más te duele. Es cierto que los primeros días no tienes mucho tiempo para pensar del propio dolor, pero cuando te vas dando cuenta de lo que ha pasado pues el hecho de no poder jugar al fútbol casi que me dolía más que el propio accidente», relata. Una decepción que llegó empujada por las sensaciones que se respiraban en aquel momento en el seno del equipo ya que «confiaba que era el año del ascenso, de la vuelta a Tercera por sensaciones, por cómo estaba el equipo, porque siempre se había dicho que en Navidad pegábamos el bajón y yo veía al equipo muy bien, porque Quero estaba llevando muy bien el vestuario, por todo eso confiaba en el ascenso y me dolió porque yo quería jugar».
Pero disputar minutos estaba fuera de su alcance, por delante restaban meses de recuperación, los más duros a los que ha tenido que hacer frente en su carrera futbolística, hasta la fecha ausente de percances de esa envergadura. Para hablar de esa recuperación, de esos seis meses, alude a dos sensaciones: la soledad y el dolor. Acostumbrado a llevar una vida dinámica entre el trabajo, el fútbol y el ocio, Fran Moreno pasó dos meses en una silla de ruedas soportando dolores que «me impedían disfrutar hasta de ver una película, porque eran tan grandes que no disfrutabas».
«Los meses de recuperación sólo puede saber cómo son la persona que ha pasado por una situación similar, los primeros 50-60 días son los peores», apunta para luego volver a tirar de optimismo e indicar que «de todo se sale y de todas las experiencias se aprenden cosas positivas». Entre esas cosas positivas se encuentra la confianza que la directiva del Club Deportivo Pozoblanco depositó en él esperando que llegase a tiempo al inicio de la temporada. Para ello, Fran Moreno realizó trabajo de gimnasio para fortalecer la pierna consciente de que llegaba «fuera de ritmo y un poco pasado de peso», algo lógico tras seis meses de inactividad.
Quedaba, por tanto, saber las sensaciones que tendría al volver a entrar en contacto con el balón y lo cierto es que «fueron mejores de lo que me esperaba». Esas buenas sensaciones y el buen trabajo le llevaron a ser titular el pasado domingo frente al Sevilla C, a volver a jugar en competición oficial siete meses después del que fue su último partido. Por delante le queda una temporada en la que expone que «es fundamental la seriedad y el esfuerzo», pero ante la que ha demostrado ya su compromiso con la entidad. «Tenía claro que quería volver a jugar y hacerlo aquí», sentencia por eso esperará hasta final de temporada para pasar otra vez por quirófano para que le retiren los clavos y placa que aún tienen en su maltrecha pierna.
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