Por Servicio de Atención a la Ciudadanía del ASNC 

 

Los ahogamientos y las lesiones de cuello y espalda, se producen en las playas, las piscinas, otros lugares de baño, etc…y son más frecuentes de lo que usted cree durante el período estival. Estos accidentes que constituyen un factor de alto riesgo, pueden ser muy graves y complicar y limitar seriamente su vida al ocasionar lesiones irreversibles, (traumatismo de cuello y espalda). También, pueden causar la muerte.

 

CONSEJOS PARA PREVENIR LOS AHOGAMIENTOS

  • Procure seguir en todo momento las indicaciones de los socorristas y respetar las señales de peligrosidad del mar: el banderín rojo indica peligro; el banderín amarillo indica precaución; el banderín verde indica baño libre.
  • Cuando se bañe, hágalo siempre en zonas donde «haga pie».
  • Evite bañarse en zonas solitarias o aisladas.
  • Siempre nade en paralelo a la costa.
  • Procure no bañarse inmediatamente después de comidas copiosas.
  • Ante cualquier tipo de malestar, salga inmediatamente del agua.
  • Enseñe a sus hijos a divertirse en el agua con juegos que no resulten peligrosos.
  • No gaste bromas de mal gusto como las «ahogadillas», empujones, etc.
  • Evite dejar solos a los niños durante el baño aunque sepan nadar y esté atento a sus juegos.

 

SI OCURREN, ¿CÓMO ACTUAR?

  • Saque a la persona accidentada del agua.
  • Si está inconsciente o no reacciona adecuadamente: Pida ayuda, llame al 061 o Centro de Salud más próximo y avise a los socorristas de la playa si los hay.
  • Acueste al accidentado sobre la espalda en una superficie plana y compruebe la respiración.
  • Si no respira, ábrale la boca y elimine si lo hubiera cualquier objeto de su interior, levantándole a continuación cuidadosamente la barbilla.
  • Inicie la respiración «boca a boca»: sople dos veces seguidas sobre la boca del accidentado tapándole la nariz y repita esta operación unas 15 veces por minuto.
  • Compruebe el pulso de la persona accidentada, deslizando los dedos por los laterales del cuello.
  • Si no tiene pulso, aplique un masaje cardiaco: coloque las manos entrelazadas sobre el centro del pecho del accidentado y comprímalo con fuerza hasta hundir el tórax unos 4 ó 5 centímetros, aplicando estas presiones a un ritmo de 80 por minuto. 
  • Compruebe de nuevo la respiración y el pulso cada dos minutos. Si respira y tiene pulso coloque a la persona de costado vigilándola constantemente. De no ser así, continúe con las medidas básicas de reanimación hasta que llegue la ayuda solicitada.
  • Si la persona accidentada vomita, póngala rápidamente de costado y límpiele la boca.

 

ANTE TODO: ACTÚE CON TRANQUILIDAD Y NO PIERDA LA CALMA