Eran las 14:00 horas cuando miembros de la plataforma ‘Unidos por el agua’ aparecían en los aledaños del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba para comenzar la huelga de hambre planificada para abordar una vía más combativa en sus reivindicaciones. A las puerta del Consistorio han sido recibidos por el alcalde de la localidad, Isaac Reyes, con el que han accedido al interior del salón de plenos, lugar donde pasarán los próximos días. De momento, se desconoce cuánto durará la acción, pero el problema ya ha ganado en visibilidad. 

Mientras subían sus enseres personales -mochilas, ropa de abrigo, garrafas de agua o colchones hinchables- los miembros que han optado por hacer esta huelga de hambre no paraban de atender a los medios de comunicación, que vía telefónica, querían conocer las razones de esta acción. El presidente de ‘Unidos por el agua’, Miguel Aparicio, lo dejaba claro una vez más: «Lo único que queremos es agua potable, dejar de envenenarnos cada día un poquito más». 

Ataviados con unas camisetas donde se leía ‘Agua ya’ han ido dejando sus pertenencias y preparando el lugar donde dormirán las próximas noches. Eso sí, con ayuda y atención de trabajadoras del Ayuntamiento jarote, que en todo momento les daban indicaciones para que estos días se hagan lo más llevaderos posibles. Al lado de quienes han optado por la huelga de hambre, otros compañeros y compañeras que han llegado para dar ánimos y sumarse de otra manera a la lucha.

La mirada también estaba puesta en los movimientos realizados por las administraciones, concretamente, en la firma del convenio para la actuación en la ETAP de Sierra Boyera firmado por Junta de Andalucía y Diputación de Córdoba. A este respecto, Aparicio ha asegurado que «no tiene sentido, no tenemos que agradecer nada, es la adecuación de una depuradora que no sirve de nada si no caen 300 litros por metro cuadrado». «Lo que queremos es una potabilizadora correcta, que nuestros gobernantes cumplan con la obligación que tienen aquí y en cualquier lado», sentenciaba.