El Carnaval de Pozoblanco ya tiene pregonero para su edición de 2016. Hoyaldia.com adelantaba en la noche de ayer que José Manuel Calero Guillén será el encargado de pregonar esta fiesta, algo que corroboró a través de sus redes sociales la Agrupación Amigos del Carnaval unas horas después. De esta manera, se reconoce la labor de una de las personas que ha dirigido y se ha puesto al frente de la agrupación carnavalesca de Pozoblanco, ya que Calero fue presidente durante más de ochos años.
El conocimiento como presidente del carnaval de Pozoblanco enriquecerá un pregón que no estará exento de las experiencias personales que cualquier aficionado a esta fiesta acumula a través de los «tipos» que asimila y hace suyos cada año. José Manuel Calero también conoce la fiesta desde la calle, ha vivido febreros como chirigotero y esa parte será el puntal para un pregonero que «tuve claro, después de hablar con dos personas muy importantes en mi vida, mi mujer y mi hermano, que esto es un tren que llega una sola vez en la vida». De ahí que un día después de la propuesta, aceptase.
La relación de Calero con el carnaval comenzó con la chirigota «Trigo Limpio«, allá por los años noventa, y después de un año sin salir se une a la Agrupación ‘Los Batallitas’ nombre con el que se presenta la chirigota. Con ese grupo acumula ocho febreros de manera continua, los tres últimos viviendo la experiencia cantando pasodobles y cuplés y dirigiendo la Agrupación Amigos del Carnaval. «Tuvimos la suerte que durante esos años se inauguró el Teatro «El Silo» y eso dio un repunte al carnaval que consiguió en algunos años presentar 8-9 agrupaciones y el auge del carnaval es bastante interesante». La directiva que dirige también pone en marcha el concurso de carteles, la tijera de plata al mejor disfraz o recupera el domingo después del certamen para que la fiesta se siguiera viviendo en las calles.
El próximo 30 de enero, a días de que arranque otro febrero, José Manuel Calero pregonará una fiesta que conoce a la perfección, participando siempre de una u otra manera, «ahora lo hago con mis amigos y mi familia, con los disfraces de cada año». Dice que desde hace unos días lleva siempre un boli en el bolsillo para ir anotando todo lo que se le ocurra para dar forma a un pregón del que tiene «muy clara» su estructura. Narrará su experiencia en un mundo lleno de letras, popurrís y presentaciones, de ironía, de crítica y a buen seguro que vivirá un febrero diferente y algún pasodoble también le caerá.
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