Las bajas temperaturas que se están registrando en estos primeros días de reanudación de la actividad escolar y el hecho de que la ventilación en las aulas sea una prioridad con medida preventiva ante el coronavirus están llevando a los centros educativos a tomar posibles soluciones para mejorar las bajas temperaturas a las que están haciendo frente los estudiantes y el profesorado. En este sentido, la Asociación de Padres y Madres (AMPA) San Jacinto ha adquirido doce medidores de CO2 para establecer una relación adecuada entre ventilación y temperatura en las aulas del colegio Maestro Rogelio Fernández de Villanueva del Duque.
Ha sido la AMPA la que ha explicado en sus redes sociales que en un principio se adquirió un medidor para probar su eficacia y buscar la mínima apertura en puertas y ventanas para lograr un equilibrio entre ventilación y temperatura. «El medidor de CO2 calcula la concentración de ese gas en el ambiente para conocer cómo de ventiladas están nuestras aulas y qué temperatura tienen. Manteniendo la ventilación en determinados niveles, el riesgo de contagio de Covid por vía aérea se reduce significativamente», explican.
La instalación de ese medidor y bajo la utilización de esos parámetros, desde la AMPA se asegura que se ha conseguido establecer la apertura mínima necesaria para que la ventilación sea la recomendada por los expertos teniendo cada clase unas instrucciones de cómo debe ventilar durante la estancia de los alumnos, el recreo y al finalizar la jornada escolar. De igual modo, desde la dirección del colegio, en contacto con el servicio técnico, se ha procedido a ajustar los parámetros de la caldera de la calefacción para mejorar la temperatura de todo el colegio. «La mejora en las estancias es ahora apreciable, aunque el rango de temperatura es aún inferior al estándar adecuado a las aulas y la docencia», explican desde la asociación.
Así las cosas, esta primera experiencia se ha procedido a comprar un medidor para cada aula, medidores que alertan del nivel excesivo deCO2, aportando además valores de temperatura y humedad. «De esta manera los maestros podrán adaptar el aula a las circunstancias que el medidor indique en cada momento y época del año. Los medidores serán también útiles para el futuro, pues una alta concentración de CO2 está asociada a un menor rendimiento escolar», se asegura.
Por último, también se ha hablado con la concejala responsable para que puedan revisarse las ventanas y puertas de aulas y pasillos, intentando así un mejor ajuste para que mantengan mejor la temperatura.
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