La Añora Bikend, una marcha cicloturista que los participantes afrontan como una competición, ha completado con el recorrido de hoy un espectacular fin de semana de ciclismo entre dehesas, jarales y olivares de sierra por caminos y vías ganaderas que han sido claves en la historia de Los Pedroches. La Cañada  Real Soriana,  el Camino Mozárabe y las antiguas rutas trashumantes y mineras han acogido a 200 ciclistas, que han disfrutado de dos días marchando por parajes de gran belleza y que no siempre son lo suficientemente conocidos. La carrera discurre por 125 kilómetros de los términos de Añora y Alcaracejos. De las 100 parejas que empezaron la prueba han terminado 87.

Organizada por el Ayuntamiento de Añora, la Bikend tiene entre sus objetivos no sólo el recorrido ciclista sino la promoción de estos recorridos, en la mayoría de los casos circulares, por el centro y el sur de la comarca de Los Pedroches. Sabino Luna, técnico de deportes del Ayuntamiento, ha explicado que aunque este evento se plantea como marcha cicloturista, los participantes se lo toman como una competición, por ello se les invita a participar por parejas. Los ganadores han sido Adrián Romero y Sergio Torres, mientras que los segundos clasificados han resultado José Rodríguez y Miguel Ángel Silva y terceros, Manuel Lucena y Antonio Jesús López. En la categoría mixta, los primeros han sido Laura Adame y Pedro Merino; los segundos han sido  Mati López  y Manuel López y los terceros Nuria González y Antonio Medina.

Partiendo de Complejo Turístico Rural de San Martín, donde se organiza todo el despliegue con todas sus plazas de alojamiento completas durante estos días de competición, las dos etapas y la contrarreloj han discurrido por la dehesa de La Vera, el Camino Real de Pozoblanco a Alcaracejos, la zona de la Mina del Canadá, el entorno de la Mina del Chaparro, los Jarales, el Valle del Cuzna, el Camino de la Falda de la Sierra, o Carboneras son algunas de las zonas más singulares del recorrido. La dureza del recorrido y lo atractivo de los parejas que recorren los participantes hacen que las inscripciones se completen en apenas unas horas cada año.