Las obras de la conducción definitiva de La Colada siguen dando para titulares. Después de que la Junta de Andalucía anunciara su adjudicación y el comienzo «inminente» de las mismas, ayer entró en juego un nuevo factor: la posición al respecto de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Su presidente, Samuel Moraleda, acudió al I Encuentro por Los Pedroches y puso en duda que esas obras se fueran a ejecutar, al menos, en los términos en los que se plantean.
Lo hizo cuando fue preguntado por el presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero, a este respecto. Moraleda defendió que «desde el Guadiana hicimos una obra de emergencia en una situación muy crítica con la guerra de Ucrania. Nos costó conseguir los equipos, nadie daba un duro por nosotros, podía ser un fracaso, pero llegamos en tiempo y forma a los municipios y al poco tiempo se secó Sierra Boyera».
Hasta aquí, nada nuevo. Sin embargo, la sorpresa saltó cuando detalló que «ahora leo que se va a adjudicar otra obra. Vamos a ver cuándo se autoriza porque el que la tiene que autorizar es el Guadiana y ya veremos si se autoriza o en qué condiciones». Una afirmación motivada por el hecho de que la conexión denominada provisional «cumple con las funciones que se le encomendó». «Sería un desastre para nosotros que se hiciera una repetición o una segunda obra cuando hay una que funciona», ahondó.
Tampoco dejó atrás otra cuestión, el principio de recuperación de costes que catalogó como «obligatorio por ley» por lo que los nueve millones de euros de la obra «van a repercutir en el usuario, lo dice la normativa de aguas. Esos nueve millones los tendrá que pagar el ciudadano de la comarca».
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