Nos venimos acercando a la Semana Santa de Pozoblanco, o al menos intentándolo, de forma diferente. La música y la trabajadera han sido nuestra referencia hasta ahora y hoy Martes Santo lo hacemos rescatando momentos de gente de a pie, Mari Luna Llergo y Antonio Luque. Su experiencia es la de alguien más, pero ¿no es eso la Semana Santa? La recopilación de vivencias, devoción y recuerdos de quienes forman parte de ella. Dos momentos rescatamos antes de bucear más profundamente en esos recuerdos, ahí los dejamos. Mari Luna Llergo, miembro de Los Dolores, nos regala el primero: «Mi momento más especial es cuando la Virgen llega a la iglesia y se le canta la salve, ahí es verdad que echo un buen ratito de oración con ella. Cuando ya todo ha salido bien, es de los momentos que más me llenan». El Martes también es Nazareno y el momento nos lo brinda Antonio Luque: «Era el que abría las puertas y eso es impresionante, una de las ilusiones más grandes que he tenido en mi vida y que acepté como cofrade y creyente de fe».  Y ahora, buceamos. 

Mari Luna Llergo empezó a salir en la Hermandad Servita y Cofradía de Nazarenas de María Santísima de los Dolores desde que tenía 9 o 10 años, quería ser nazarena y en su familia esa Hermandad estaba muy presente tanto que «los escapularios que llevo son de mi madre y mi abuela«. Esos nexos familiares se extienden al seno de ese Martes Santo porque para Mari Luna la hermandad es «familia, son encuentros, vivencias. Es un día muy bonito, pero también la mañana del Viernes. Ahora lo vivo de otra forma, voy a lo que puedo, pero para mí es un orgullo». Esa conexión familiar se ha extendido a sus hijos, especialmente, a su hija Luna con la que ha compartido estaciones de penitencia y se ha sentido importante en una Hermandad que lleva por bandera la seña de identidad de la Semana Santa de Pozoblanco, el papel de la mujer. 

A lo largo de nuestra conversación, Mari Luna reivindica que su Hermandad va más allá del Martes Santo poniendo en valor el Vía Matris o la setena, pero también «la meditación de los siete dolores que celebramos el 15 de septiembre. Es un acto muy bonito donde distintas personas de Pozoblanco nos cuentan su experiencia a través de un valor de la Virgen, a mí particularmente me enriquece muchísimo». También nos acerca la Madrugá porque «va muy poquita gente, pero se va rezando el Vía Matris, pero llena mucho. Y luego cuando se produce el encuentro y rezamos las dos cofradías se viven momentos muy especiales». 

Quedan horas para un Martes Santo que se empieza a vivir en casa porque «además de vestirse mi hija, vienen familiares, amigas, antes salíamos vestida de mi casa mucha gente. Es algo que disfrutas porque compartes con gente a la que quieres. Compartir todo esto con mi hija es un orgullo». En ese relato de vivencias, Mari Luna Llergo también se detiene en el montaje del paso, en esos días de vorágine, pero también en el trabajo que se extiende a lo largo de todos los días del año y lo recoge, todo, como «patrimonio material e inmaterial» ante el que tenemos una obligación: «cuidarlo y aumentarlo». 

Una devoción aprendida

Antonio Luque llegó a Pozoblanco en 1968 y unos cuantos años después vio nacer su devoción por Nuestro Padre Jesús Nazareno. Su amistad con la superiora por aquel entonces, Madre Gloria, propició esa devoción que acabó con casi dos décadas formando parte de la Junta Directiva. Un pozoalbense de adopción que pronto se encontró con una Hermandad donde vivió «momentos únicos». 

Nos narra, el que quizás sea uno de los momentos más emocionantes de la Semana Santa Pozoblanco, el abrir las puertas de la ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno y toparse con la multitud que cada Martes Santo se agolpa en la Plaza de Santa Catalina. «Era el que abría las puertas y eso es impresionante, una de las ilusiones más grandes que he tenido en mi vida y que acepté como cofrade y creyente de fe», cuenta. 

Una emoción que extrapola a otra vivencia y que nos permite adentrarnos en los entresijos de la Hermandad. Antonio explica o revive los preparativos para que Nuestro Padre Jesús Nazareno salga a la calle destacando «cuando le limpian la cara a Nuestro Padre Jesús, es una de las cosas más emocionantes que he vivido». «Le limpian la cara, le ponen las manos como tienen que salir y eso es una de las cosas más maravillosas, un ritual que tengo grabado y que recuerdo«, apunta. 

Alejado de alguna manera porque «tengo la pastelería que me quita mucho tiempo», hay Martes Santos en los que sigue acompañando al Nazareno, aunque ya de otra forma y eche en falta «más silencio, un cortejo más uniforme». «Me gusta acompañar a Nuestro Padre Jesús, es algo que tienen otras cofradías, pero la fe y devoción que se le tienen a esta imagen es increíble, creo que el Martes Santo deja muchos momentos muy emocionantes para cualquier pozoalbense, concluye. 

 

Recorrido Hermandad Servita y Cofradía de Nazarenas de María Santísima de los Dolores

  • Santa Catalina (20:30 horas)
  • Plaza de la Iglesia
  • Jesús
  • Plaza de la Constitución
  • León Herrero
  • Tinte
  • Feria
  • Cronista Sepúlveda
  • Carrera Oficial (21:15 horas)
  • Misionero César Fernández
  • Hermanas. Moreno Pozuelo
  • Demetrio Bautista
  • Vicente Aleixandre
  • Celestino Martinez
  • Entrada Puerta del Santísimo (22:15 horas)

 

Recorrido Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno

  • Plaza de la Iglesia (21:00 horas) 
  • Maestro Don Camilo
  • Mayor
  • Doctor Fleming
  • Jesús
  • Plaza de la Constitución
  • León Herrero
  • Tinte
  • Feria
  • Cronista Sepúlveda
  • Carrera Oficial (22:20 horas)
  • Misionero Padre César
  • Hermanas Moreno Pozuelo
  • Demetrio Bautista
  • Vicente Aleixandre
  • Doctor Rodríguez Blanco
  • Benedicto XV
  • Estación de Penitencia en Santa Catalina Plaza de la Iglesia (00:35 horas)