La precampaña de las elecciones andaluza marca la agenda política introduciéndonos en una época de tedio donde los partidos políticos intentan maquillar lo hecho, lo omitido, lo dicho y lo callado. Son las leyes de la política. A nivel local, los ayuntamientos apuran los últimos meses de mandato para entrar en aquella etapa más pronto que tarde. Pozoblanco no es ajeno a esos movimientos y entre convocatorias y desconvocatorias de plenos, con argumentos que no llegan a convencer, lo cierto es que hay declaraciones que sin quererlo se convierten en una descripción exacta de cuanto acontece entre las cuatro paredes donde se toman las decisiones de tinte político.
Hace ochos días el pleno donde se aprobaron las ordenanzas municipales tuvo otro protagonista, el concejal de Deportes, Pedro García, con un apartado de ruegos y preguntas donde acaparó la mayoría de las cuestiones. Había ganas de preguntarle al edil por su ausencia en uno de los eventos deportivos del año, el torneo de la PGA de golf que se había disputado en Pozoblanco días antes. Pedro García, durante sus explicaciones, enunció la siguiente frase: «Todo lo que depende de este evento deportivo, la delegación de deportes no ha tenido conocimiento absolutamente de nada, todo ha venido organizado y desarrollado por parte de mi compañero Eduardo y no se ha contado conmigo para nada«.
Una frase que retrata casi a la perfección lo que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo en el Ayuntamiento de Pozoblanco. El trabajo común entre los dos grupos políticos que conforman el equipo de gobierno, PP y Pe+, es cuanto menos deficitario, las zancadillas entre ambos grupos se suceden y los choques por el protagonismo de unos y otros ya no se esconde. Hasta aquí, nada nuevo. Si irnos muy lejos podemos ver cómo sobrevive el pacto en el Ayuntamiento de Córdoba entre PSOE e IU. No hay que escandalizarse. El problema es que esas zancadillas impiden que muchos proyectos que se suponen importantes para Pozoblanco vean la luz. Importa el quién, no el qué.
Volviendo a la frase del concejal de Pe+ resulta curioso que un concejal de Deportes diga que desconoce todo lo que acontece alrededor de un evento deportivo que se desarrolla en la localidad. Pero es que la existencia de dos grupos diferenciados es tan evidente que los colectivos y la ciudadanía saben muy bien a qué puerta llamar y cuando el no es la primera respuesta se buscan otras alternativas. Por eso hay proyectos que parecen exclusivamente del PP y otros de Pe+, el concepto de Ayuntamiento, de institución, mientras tanto, queda en un segundo plano.
El pleno se le atragantó al edil de deportes por esta cuestión, por su ausencia en el torneo de golf, pero también por la incapacidad de dar respuesta a las demandas de varios colectivos deportivos a pesar de las promesas. Y es aquí donde echo en falta las políticas, que no la política. De pasada Pozoblanco ha acogido en los últimos años dos ediciones de la Copa Covap, campeonatos a nivel nacional y autonómico de fútbol sala, balonmano y baloncesto, el torneo de la PGA de golf, el torneo sub 12 de tenis, la Copa de Andalucía de fútbol femenino, la gala de periodistas deportivos de Andalucía, el Campeonato de Andalucía de Fútbol Femenino, entre otros eventos. Esta nómina de eventos lleva a una reflexión, que podría aplicarse a otros fuera del ámbito deportivo, qué repercusión han tenido los mismos en Pozoblanco. Esa es la clave que nos ha faltado durante todo este tiempo para poder entender que ciertas inversiones a nivel deportivo estén totalmente descubiertas y mientras tanto el carrusel de galas y eventos siga ampliándose.
Pero es que esta parte nunca se la ha tomado en serio este equipo de gobierno. Le ha bastado con escabullirse de las preguntas relativas a la parte económica del coste de cada evento -¡y eso en el mandato de la transparencia!- y recurrir a la autocomplacencia y el halago fácil en los días posteriores sin aportar más datos que el lleno de los hoteles. Nadie duda de la incidencia económica de algunos de esos eventos, pero no estaría mal que alguna vez los datos, los reales, se impusieran a las declaraciones pomposas. Cómo contribuyen esos eventos al desarrollo de la localidad, cuál es el impacto económico -con cifras creíbles-, qué incidencia tienen, por ejemplo, en el número de niños y niñas que se suman a la práctica deportiva, cómo se benefician los diferentes sectores económicos de la localidad, cuál es el impacto mediático…
En la política hace falta la aplicación de políticas, el saber qué se quiere, el saber hacía dónde se camina y eso exige un análisis certero de la realidad. Acabará el mandato y Pozoblanco se habrá convertido en un gran escenario, pero mientras tanto los aficionados al pádel siguen reservando pistas en Alcaracejos o Añora, los deportes de cancha siguen haciendo encajes de bolillo para que los cientos de niños que acumulan puedan entrenar y jugar y el Club Atletismo Ginés sigue pidiendo a gritos que alguien reconozca que es el club que con menos, más alegrías otorga al deporte pozoalbense.
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