La política, la académica y la literaria, esas han sido las tres facetas de Juan Valera analizadas en la primera sesión de las Jornadas de Otoño de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno. La dirección de las Jornadas sigue apostando por la fórmula que combina un programa basado en efemérides y ahí encaja este monográfico al político, diplomático y escritor egabrense, ya que se cumplen doscientos años de su nacimiento. Una conmemoración que sirvió para esbozar la personalidad de un liberal templado que huyó de los extremismos y que apostó por la belleza por la belleza en su producción literaria. Ese retrato de Juan Valera se completó con una faceta quizás más desconocida, la de académico.

Rafael Jiménez Asensio, catedrático de Derecho Público y consultor institucional, fue el encargado de abordar la parte más política de un Juan Valera que presentó a lo largo de su vida ciertas contradicciones pero que abrazó, fundamentalmente, un liberalismo templado. Su vida diplomática como puerta de “ascenso social” y esa postura como “liberal de verso suelto” que se acercó a los progresistas y vivió épocas de “marcados tintes conservadores” dejó paso a alguien que huyó de los extremos. Del mismo modo, se detallaron sus intentos de encajar en el mundo político, algo para lo que encontró no pocas dificultades porque su “estatura intelectual” estaba muy por encima de la mediocridad latente en la clase política.

La perspectiva del Juan Valera académico la ofreció el actual director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, que utilizó para ello los discursos de contestación que hizo Juan Valera a los ingresos de prestigiosas figuras contemporáneas como Antonio Cánovas del Castillo, Francisco de Paula Canalejas o Marcelino Menéndez Pelayo. De “piezas literarias valiosísimas” tildó esos discursos Muñoz Machado, además de destacar el pronunciado por el egabrense en su ingreso en la RAE un discurso de “una extraordinaria modernidad” que ya abordó la postura de la Academia ante la llegada de neologismos. 

Cerró el círculo el escritor el investigador Antonio Ramón Jiménez-Montes, premio Juan Valera 2024, que centró su intervención en la producción literaria del autor, en su estilo, en sus formas, en su enfoque y en esa búsqueda del “arte por el arte, de la belleza por la belleza”. Ese universal humano de la belleza está presente en la obra de un escritor que “no inventó, no innovó, pero sí expresó su pensamiento” lo que le hizo ser reconocido por autores contemporáneos como Menéndez Pelayo. Jiménez-Montes no quiso dejar atrás esa apuesta por el entorno más cercano de Valera y ahí hizo especial mención a Cabra y Doña Mencía, algo que le hizo huir del “centralismo” y acercarse al “costumbrismo literario”.

Programa para mañana

Las Jornadas continuarán mañana jueves abordando la figura de los Machado a través de tres ponencias y la lectura de poemas de Manuel y Antonio Machado por parte de la actriz Irene Escolar. Bajo el nombre ‘La familia Machado: historia de una estirpe intelectual’, la escritora y periodista Eva Díaz Pérez abordará la historia de la familia más allá de sus dos personalidades más representativas. Después, las conferencias se centrarán en las figuras de Manuel y Antonio Machado de la mano de Rafael Alarcón Sierra y Alfonso Guerra, respectivamente. Como colofón, los asistentes podrán disfrutar de una de las actrices más relevantes del panorama español, Irene Escolar que pondrá voz a los poemas de los hermanos Machado.