La Semana Santa terminó en Pozoblanco casi como comenzó, dejando parte de sus calles con un aspecto lamentable debido a la suciedad en las mismas. Durante estos días, muchas de las calles por las que han pasado las diferentes procesiones dejaban un aspecto más que mejorable debido a la falta de concienciación ciudadana para eliminar la basura generada.
Ayer mismo, en un paseo por la calle Real, la calle Mayor, el Risquillo o el Paseo Marcos Redondo se constataba a la perfección una realidad que se ha extendido durante toda la Semana Santa. Un manto de cáscaras de pipas, bolsas de chucherías, servilletas de las terrazas, cajas de comida e incluso latas de bebidas son parte del paisaje urbano que hemos podido ver durante estos días.
Como ya recogió este periódico el pasado lunes, cuando mostró imágenes de la situación en la que quedó El Risquillo tras el paso de la procesión de ese día, esta situación se ha originado, sobre todo, en la parte centro de la localidad, provista de numerosas papeleras que ni mucho menos se encontraban llenas. Una vez más, se ha demostrado la incapacidad de la ciudadanía para mantener limpias las calles de una localidad que durante estos días ha sido visitada por numerosas personas de fuera y que ha mostrado un aspecto, en este sentido, que ha dejado mucho que desear.
Así las cosas, los responsables municipales tendrán que valorar la posibilidad de tomar medidas encaminadas a la concienciación ciudadana para evitar que el tema de la falta de limpieza siga siendo protagonista en Pozoblanco, ya que no es algo que puede tacharse de puntual.
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