Los anímales sí pueden beber el agua que llega a Los Pedroches y el Guadiato y que fue ayer catalogada como no apta para el consumo humano por la Junta de Andalucía. Ha sido la propia administración andaluza la que ha informado de que «no hay ninguna normativa que regule las condiciones del agua que pueden beber los animales».
En ese sentido, desde la Junta se recuerda que, en general, «muchas explotaciones ganaderas usan sus propias balsas para dar de beber a los animales y se trata de agua que no se depura». Tan sólo para bovino, a través del Real Decreto 1053/2022 de ordenación del bovino, se estipula que «el suministro de agua, tanto de bebida como la destinada a la limpieza de la explotación y de los equipos, debe ser de la calidad adecuada», señala el Gobierno andaluz.
Las explotaciones ganaderas no están sujetas a los parámetros de la norma que regula el suministro de agua para el consumo humano, si bien podría darse la excepción si se registrasen nuevas alteraciones en los parámetros microbiológicos del agua.
El real decreto por el que la Consejería de Salud ha declarado el agua del norte de la provincia de Córdoba no apta para el consumo humano, recuerda la Junta, «tiene por objeto establecer los criterios técnicos y sanitarios de las aguas de consumo y de su suministro y distribución, desde las masas de agua hasta el grifo del usuario, así como el control de su calidad, garantizando y mejorando su acceso, disponibilidad, salubridad y limpieza, con la finalidad de proteger la salud de las personas de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación».
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