El 18 de agosto publicábamos una noticia sobre la falta de concienciación ciudadana como uno de los grandes problemas que impedían que Pozoblanco tuviese unas cuotas de limpieza en sus calles aceptables. Cinco meses después, la situación sigue prácticamente igual con zonas de la localidad especialmente sucias y con el problema administrativo sobre la mesa sin que se haya avanzando lo suficiente como para resolverlo.
No es este un problema nuevo, ya que viene de lejos y fue protagonista de debate en anteriores legislaturas, aunque visto lo visto nadie consigue dar con la tecla para posibles soluciones. Desde el Ayuntamiento, se han llevado a cabo campañas de limpieza especiales que se han centrado en algunas calles del municipio -Mayor, Real o Pío Baroja- pero aún no se ha conseguido presentar y debatir un pliego de condiciones que rija el nuevo contrato.
Aunque el concejal del ramo, Manuel Cabrera, indicó en un pleno que los corporativos de la oposición ya habían recibido ese pliego, nada se sabe del mismo. Es más, el primer edil, Emiliano Pozuelo, ha declarado abiertamente que la incapacidad del equipo de gobierno para resolver este problema es uno de los temas para «sacarle los colores». A la falta de ese pliego, que parece dilatarse en el tiempo, se une que los trabajadores contratados por la empresa concesionaria habrían cobrado la última nómina con retraso, un dato que confirmó el propio Cabrera a este periódico. Además, el alcalde de Pozoblanco afirmó a hoyaldia.com el pasado lunes que se había recibido desde Hacienda una orden de embargo contra la empresa concesionaria.
Escasa colaboración ciudadana
A los problemas administrativos de concesión del servicio, que vienen arrastrándose años, hay un problema que también parece tener difícil solución y es la escasa colaboración que la ciudadanía aporta para mantener las calles del municipio limpias. La situación, generalizada, se agrava paseando por algunas zonas de la localidad y da muestras de la parte de responsabilidad que los ciudadanos tienen en esta situación. Sin ir más lejos, en las zonas aledañas a los institutos -tal y como se muestra en la fotografía- la suciedad se acumula claramente dejando patente que la educación es uno de los ejes de este problema.
Desde hace meses, también hay zonas que cada día amanecen con restos de comida y de botellas de bebida con el consiguiente hartazgo de los vecinos. En definitiva, una acumulación de problemáticas para las que no se han encontrado alternativas ni en el plano administrativo ni en el de la concienciación ciudadana.
También pediría al alcalde que cuando se refiera a este tema en público, no lo relacione solo a la juventud, que bastante tenemos ya con lo nuestro.