La Palma Fútbol Sala se convirtió en el segundo equipo en lo que va de campeonato liguero que consiguió sumar en el Juan Sepúlveda tras conseguir un empate a 4 ante el Casa Rural Abuela Teo que perdió dos puntos en un partido que estuvo marcado por la desastrosa actuación arbitral. Y es que la pareja cordobesa formada por Pedregosa Castro y Martín Cuéllar tomaron decisiones más que cuestionables llegando a suspender durante unos diez minutos el partido cuando el marcador reflejaba 4-2 a falta de cinco minutos para la conclusión del mismo. El parón se produjo porque, al parecer, la pareja arbitral temió por su integridad física ante las reiteradas protestas del público, una situación que se solventó ante la rápida y eficaz actuación del presidente de la entidad, Vicente Morales, que convenció a los colegiados para que volvieran a la cancha.

Ciñéndonos a lo estrictamente deportivo, el partido empezó muy bien para los locales que generaron numerosas ocasiones de gol pero sin conseguir hacer diana. Fueron los onubenses los que se pondrían por delante en el marcador en el minuto 7 con un disparo lejano de Iván Pinto que sorprendió a Zete. El equipo pozoalbense volvió a defender en tres cuartos de cancha y fruto de esa presión llegó el gol del empate un minuto más tarde cuando la presión de Tete provocó el error de Jesús, que marcó en propia puerta y permitió que el 1-1 apareciera en el luminoso. El mejor gol de la tarde llegó a cinco minutos de la conclusión de la primera parte con un centro de Tete al segundo palo que Ico culminó con una perfecta volea. El equipo de Juan Carlos Blanco podría haberse ido al asueto con una diferencia mayor pero Manolín no acertó a transformar el doble penalti del que gozó.

Con 2-1 se llegó al descanso para posteriormente vivir una segunda parte en la que el guión apenas varió y, por tanto, la falta de acierto de los pozoalbenses fue continua y los locales vieron como su rival volvía a empatar el partido con un disparo de Fran Recio desde nueve metros. Con el partido abierto, los dos equipos se volcaron en la lucha por la victoria y Manolín consiguió de nuevo ventaja para los suyos aprovechando un rechace para superar al cancerbero de los onubenses. Una renta que amplió Tete al transformar un doble penalti. Fue entonces cuando las decisiones, muy desiguales para ambas escuadras, empezaron a sacar de quicio a los locales momento en el que el choque se paró por determinación de los árbitros.

Quedaban por disputar cinco minutos y el Pozoblanco los disputó con cinco faltas en su haber, señalando la sexta habiéndose transcurrido apenas quince segundos lo que permitió a Iván Pinto reducir distancias tras marcar el doble penalti. A falta de 24 segundos, otro doble penalti señalado por los árbitros tras una mano inexistente permitió a Iván Pinto volver a marcar y dejar el resultado final en el 4-4 definitivo ante el malestar pozoalbense por la mala actuación arbitral.