Las tradiciones han marcado el primer fin de semana del mes de mayo en la comarca de Los Pedroches. La intensidad de la agenda hace casi imposible disfrutar de todas ellas. Tradiciones que vienen marcadas por su acuciada identidad pero que llegan con elementos comunes que pasan por el esfuerzo de quienes las mantienen y la originalidad de algunas de ellas.
Y es que si la cruces de Añora se presentan como una cita imprescindible reconociéndose año tras año el trabajo de las cruceras, no tienen mucho que envidiarle las carrozas que dan singularidad a la romería de la Divina Pastora de Villaralto. Porque en el paraje del Guadamatilla lo que más predominó en el día de ayer fue el colorido que ofrecieron esas carrozas cuyos elementos fue imposible de no admirar.
El primer premio fue a parar a la carroza denominada ‘Jaipur’ que representó dos espectaculares elefantes con un inmenso colorido y que reflejaron a primera vista el arduo trabajo de sus responsables. Pero no fue la única, porque más allá de premios cada propuesta fue única, imponente y digna de alabar, desde esos elefantes, pasando por los elegantes flamencos hasta la carroza que emuló elementos del arte de la costura.
Mantener viva esa tradición es una forma de rendir honores a la Divina Pastora que presidió la Romería desde su carroza en un paraje al que se trasladaron decenas de ciudadanos aprovechando el magnífico día que lució ayer en Los Pedroches.
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