Tiene muchas fechas acumuladas que marcan el camino hacia las tablas del Teatro ‘El Silo’ para entonar su pregón de Semana Santa. Pedro Jesús García Dorado, que pregonará la Semana Mayor pozoalbense el domingo 3 de abril, conoció esa designación el 21 de septiembre y cinco días después, el 26 de septiembre, ya se enfrentó a ese «pregón en blanco» con la idea de que ese miedo a la nada no se extendiera. Meses después, el 20 de febrero, cuando la Virgen de Luna llegaba a Pozoblanco, escribió el tan ansiado «he dicho» dando por cerrado un pregón al que le restan horas para que salga de esa individualidad y se convierta en colectivo. Fechas y tiempos que ni siquiera podía imaginar aquel niño que poco más de un año ya salía en la procesión de ‘La Borriquita’, un germen que fue asentándose hasta ser parte de una Semana Santa a la que ha puesto imagen en multitud de ocasiones por su trabajo, pero que esta vez plasmará con palabras. 

Cuenta que aquel 21 de septiembre, después de que el presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Pozoblanco, Juan Fernández, le comunicara la designación recorrió el pasillo de su casa muchas veces intentando encontrar una respuesta que le llevó también a «encomendarme a mi titular, el Cristo de la Caridad, y a María Auxiliadora, a la que le tengo gran devoción». No tuvo mucho tiempo para decidirlo, apenas unas horas, pero en las mismas entendió que si había llegado esa designación también era porque «la gente quería escuchar lo que tengo que decir de la Semana Santa». A las 9:30 horas conoció la noticia, a las 19:30 horas dijo que sí y desde entonces traza un pregón del que nos adelanta algunos detalles. 

Pregunta: ¿Cómo se siente a escasas horas de que llegue el día del pregón?

Respuesta: Me siento bien porque se acerca el día, un día importante para mí. Estoy tranquilo después de un proceso que me ha generado mucho estrés porque después de escribirlo llegan las modificaciones, el leer algo que no te encaja o no te gusta. Cuando lo revisas hay cosas que no te parecen igual de oportunas que cuando las escribiste, es complejo, pero estoy tranquilo. 

P: ¿Le costó mucho definir lo que quería decir en el pregón y cómo decirlo?

R: El pregón está estructurado en tres partes, la primera es una introducción con una oración en voz alta y luego la alusión al regreso de la Semana Santa a la calle. Hablo un poco de mis recuerdos y de cómo veo yo la Semana Santa. Hasta ahí bien, no hubo problemas, el problema apareció cuando tuve que definir cómo enfocaba la parte para hablar de cada una de las cofradías. Me costó mucho porque no sabía cómo enfocarlo, estuve un mes largo escribiendo cosas que no me convencían. No fue hasta mediados del mes de diciembre cuando enfoqué ya esa segunda parte. 

P: Dice que habla de la Semana Santa, ¿qué es para usted?

R: Para mí la Semana Santa es fe, devoción, creer en unos titulares, aunque son todos lo mismo, quizás puedas tener más afinidad con uno que con otro por la estética y por la identificación e idiosincrasia de la hermandad o cofradía. Pero no concibo la Semana Santa sin fe y es algo que reivindico en el pregón. La Semana Santa es un acto religioso donde si no hay fe, si no hay devoción, si no hay creencias no tendría ningún sentido porque la estética por la estética la puedes encontrar en otros actos o lugares.

P: Pero hay gente que se acerca a esa Semana Santa por cuestiones que nada tienen que ver con la fe. 

R: Una cosa es la gente que participa desde fuera, es más, las hermandades salieron a la calle para acercar la devoción al pueblo. Cada uno lo ve desde fuera como considera oportuno, yo ahí no tengo nada que decir. Pero desde dentro tienes que ser coherente con lo que estás haciendo porque, de lo contrario, no tiene sentido ninguno. 

P: En su Semana Santa La Caridad es muy importante, me supongo que habrá un espacio especial para esa cofradía. 

R: Indudablemente lo hay. Ha habido pregoneros que pertenecen a la cofradías, pero quizás autóctono, digámoslo así, soy el primero. Tiene que haber ese momento especial para mi cofradía, pero también te digo que me cuesta mucho exteriorizar lo que siento. Hablar de los demás no me cuesta tanto como hablar de mí mismo, por eso a lo mejor esa parte se ve más fría, pero no significa que sea menos sentida, simplemente es que me cuesta más trabajo expresar lo que siento. 

P: La Caridad es austeridad, humildad… ¿Po esos derroteros irá su pregón?

R: Mi pregón soy yo, muestro lo que siento y lo que creo. Cuando ve una procesión siento unas cosas u otras dependiendo del titular y eso es lo que intento mostrar. Mi pregón, por supuesto, es sencillo, no hay poesía, no hay retórica. Con el símil de las cofradías pues puede ser porque La Caridad es austera y sencilla y probablemente mi pregón sea igual. 

P: Por su trabajo ha puesto la imagen a la Semana Santa de Pozoblanco en multitud de ocasiones realizando diferentes carteles tanto para la Agrupación como para hermandades o cofradías, ¿qué pesa más?

R: Todo tiene su dificultad, pero para mí es mucho más fácil hacer un cartel porque es mi trabajo, mi día a día, me sale más espontáneo. Yo no soy escritor, ni periodista, me siento más cómodo expresando con imágenes, aunque en mi pregón no va a haber imágenes. Me voy a mostrar tal y como soy, sin escudarme en nada. Es verdad que en el pregón tengo que ser más ecuánime, me muestro más como soy y como me siento. 

P: Una vez un pregonero me dijo que su pregón había sido nocturno. ¿Cómo ha sido el suyo, cuándo lo ha ido escribiendo?

R: Mi pregón ha sido dominguero porque era cuando tenía tiempo y cuando me había marcado. Tenía claro que no quería demorarlo porque si eso pasa llega el día y no lo tienes hecho. Sí es cierto que hice caso a un pregonero que me dijo que a él le había servido llevar siempre una libreta para anotar cualquier idea que pudiera surgir. Y así lo he hecho. También he leído y oído muchos pregones, más que nada para conocer la estructura que debía darle. Cuando escuchas un pregón no lo analizas desde el punto de vista de la estructura, sino del contenido, y yo ahora lo he escuchado buscando esa estructura. 

P: ¿Qué sensación tuvo cuando leyó el pregón ya finalizado?

R: Lo he leído una sola vez entero, por partes muchísimas. La sensación fue de satisfacción, creo que he sabido transmitir lo que yo quería y solo espero que la gente lo capte y lo valore. También tuve la sensación de preguntarme cómo había sido capaz de escribir eso. 

 

Llegados a esta parte, la conversación se adentra en algunos de los detalles del pregón. Pedro Jesús García será presentado por Javier García Vicente, «con el que empecé en esta andadura de La Caridad» y dejando ver que poco o nada tuvo que pensar esa elección. Si las imágenes no tendrán protagonismo alguno, dejando posibles previsiones a un lado, sí lo hará la música con la guitarra de Juan Climaco y las saetas de Bartolomé Arenales como protagonistas. 

 

P: ¿Y cómo quiere que se recuerde su pregón?

R: Me doy por satisfecho con que la gente capte lo que yo siento. Sí es cierto que cuando se conoció mi designación me abrumó la cantidad de llamadas que recibí, pero no solo de aliento, sino porque ponían el listón muy alto, me decían que estaban deseando escuchar lo que tenía que decir. Por eso, también quiero no defraudar y que a la gente le llegue lo que yo vaya a decir. 

 

P: Antes me ha definido lo que es la Semana Santa, pero ¿y la Semana Santa de Pozoblanco? ¿Cómo la definiría?

R: Yo creo que es la envidia de muchos sitios, el respeto, el silencio que se respira no se ve en todos los sitios. No solo por los penitentes, que eso es indudable, sino por la gente de fuera que cuando pasa una imagen está completamente en silencio. Aquí, el silencio invita al silencio, que es una frase que digo en el pregón, y el rezo invita al rezo. La gente es muy respetuosa y eso se nota también es ve en las nuevas generaciones. 

 

P: Me hablaba antes de fe, ¿cómo de fácil es mantener hoy en día esa fe?

R: Hay momentos, momentos donde te derrumbas, donde te cuestionas si realmente hay algo cuando ves tanta miseria, cuando te preguntas cómo se puede permitir todo lo que pasa, ahora con la guerra, la gente que muere en el mar en pateras… Te preguntas cómo se puede permitir todo eso si realmente hay un Dios que vela por nosotros. Pero luego, hay otros momentos en los que si no tienes fe… Yo me aferro mucho. Todas las mañanas digo, Dios proveerá. No sé si habrá algo, yo creo y tengo fe. No te puedo decir otra cosa.