La Cofradía de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba ha cerrado el que pasará a la historia como uno de los años más atípicos sin que el fervor del pueblo jarote hacia su patrona haya podido desarrollarse con normalidad. No ocurrió en la traída de la patrona hacia localidad y tampoco en la llevada hacia el Santuario de La Jara que arrancó pasadas las cinco de la mañana de hoy domingo.
Al contrario que ocurrió en el mes de junio, en esta ocasión la Cofradía decidió portar a la Virgen a hombros, para recuperar parte de la normalidad perdida. Sobre las 5:15 horas de la mañana salía de San Miguel con una única dirección y arropada por una comitiva que no llegó al medio centenar de personas. El camino se realizó con total normalidad, con algo de frío, y con el amanecer dejando bellas estampas para el recuerdo.
Algo más de tres horas después, y ante un público que ya sí llegó al centenar, la Virgen llegó al Santuario. Antes de entrar en la ermita, se realizó la procesión con revoloteo de bandera incluido. Pequeños o grandes rituales que la Cofradía llevó a cabo con el respeto y el cariño que le caracteriza y ante devotos que no quisieron perder la oportunidad de acompañar a la patrona de la localidad, eso sí, con las pertinentes medidas de seguridad en materia sanitaria.
Ahora, la Virgen de Luna estará en el Santuario hasta el mes de febrero cuando sea la Cofradía de Pozoblanco la que acuda, fiel a la cita, a por la que también es patrona de dicha localidad. Citas que a pesar del Covid-19 se siguen cumpliendo, aunque haya que adaptarlas y cambiar parte de la tradición.
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