El acceso a la vivienda es uno de los problemas más acuciantes a nivel nacional con precios desorbitantes en algunas áreas metropolitanas tanto para la compra como para el alquiler. Pero este no es únicamente un problema de las grandes ciudades, ya que el aumento del precio de la vivienda es algo que se extiende también a municipios menores. Hace una semanas, el Ayuntamiento de Pozoblanco lanzaba la convocatoria de ayudas para el alquiler destinadas a los más jóvenes, una convocatoria que dejaba a un lado la realidad actual del mercado.

Y es que uno de los requisitos para acceder a esa ayuda es que el alquiler no supere los 300 euros, una circunstancia casi imposible de cumplir. Basta con echar un vistazo a los principales portales inmobiliarios o acudir a una empresa especializada en alquiler para toparte con la realidad del mercado, los precios del alquiler en la localidad se sitúan en una media de 350-380 euros y únicamente cumplen ese requisito aquellos alquileres de más larga duración y que no han sufrido subidas.

“Los pisos se están alquilando todos entre 350-380 euros, no se encuentra nada por debajo de esos precios”, explica Irene Medina de Ocasión Casa Pozoblanco. Esos precios también se mueven ante un mercado en la que hay mucha demanda y no tanta oferta lo que también hace que los precios suben con una clara tendencia al alza en los últimos años. 

“Cada septiembre, por poner un ejemplo, el alquiler de los pisos sube ante esa realidad que nos habla de poca oferta y mucha demanda”, asegura Medina, que pone como ejemplo ese mes porque es el inicio de los nuevos cursos donde el profesorado y los profesionales de la medicina buscan alquileres en la localidad ante los desplazamientos laborales. 

Mientras, los jóvenes que buscan emanciparse y obtener alguna ayuda miran las posibles soluciones para acogerse a estas ayudas o incluso echarlas para ver si hay suerte conscientes de que el requisito del tope del alquiler se incumple.