Pozoblanco ha vivido un intenso fin de semana con la celebración de San Gregorio que arrancó el jueves con la tradicional quema del corcho en la explanada de la ermita y que vino acompañada de la venta de las tradicionales arropías, además del reparto de garbanzos «tostaos». Fueron muchas las personas que estuvieron presente en esta quema del corcho que dejó paso al primer día festivo.
En la jornada del viernes tuvo lugar la no menos tradicional procesión que llevó la imagen del santo por las calles del barrio. Los vecinos se esmeraron en adornar las calles por donde pasó la imagen de San Gregorio que se detuvo en la puerta de las viviendas de algunas personas enfermas.
Por otro lado, también tuvo lugar el cambio de estandarte que pasó de las manos del actual Hermano Mayor, Liborio Cabello, a las de la familia Cantero Calero, nuevos Hermanos Mayores. Después tuvo lugar el habitual convite donde las tradiciones y las convivencia se alternaron.
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