- Además, la comparsa consigue el primer premio provincial
Sonaron las teclas de la máquina de escribir por última vez en el Gran Teatro de Córdoba. Unas teclas que marcaron los primeros compases de la presentación de la comparsa «La Incorruptible» en la final del Concurso de Carnaval de la capital. Después de otra excelente actuación, de que la poesía de las letras de Juan Bautista Escribano volviera a conquistar y llegar al alma, hubo que esperar algunas horas para conocer el fallo del jurado. Y ese jurado también se dejó conquistar por la propuesta de estos periodistas incorruptibles, una idea que les valió un tercer premio -superando el quinto del 2015- y un primer premio provincial. La Agrupación Los Tunantes lleva la elegancia a cada uno de sus tipos y su repertorio y este año no ha sido una excepción… Eso es algo obvio, con o sin premio.
La presentación, esa realidad de muchos periodistas y esa declaración de intenciones, dejó paso a otros dos regalos en forma de pasodobles. ¡Cómo escribe Juan Bautista Escribano! En el primero, le cantaron a Córdoba, la Córdoba irrepetible, a su historia, y a también a los cordobeses a los que invitaron a conocer otra historia, la del Valle de Los Pedroches, la de una tierra de olivos y de centenarias encinas. La lucha entre la capital y la provincia. La misma distancia, recordaron, hay de Los Pedroches a Córdoba y del sur a norte. Invitados quedaban todos a conocer la tierra originaria de estos periodistas. En el segundo pasodoble, se volvieron a meter en el tipo para cantar que «te habrán dicho que para mí la información es como una obsesión y mi empeño es conseguirla. Te habrán dicho que puede ser capaz de vender y engañar por ganar alguna exclusiva. Déjame que te cuente lo que quiero contarte…«. Y es que a estos incorruptibles también hay coplas que no les hubiera cantar como las que hacen alusión al suicidio de un niño. ¡Cómo canta esta comparsa!
Los cuplés estuvieron dedicados a la contaminación y las políticas medioambientales y el segundo a las elecciones y los posibles pactos con repaso incluido a Felipe VI y Iñaki Urdangarín. La parte más irónica del repertorio finalizó con eso que dice «a este mundo reducido a una trinchera donde las noticias bombas no se dejan caer, a mí me toca informar, escribir un buen titular y aunque te parezca imposible si me ríen tus ojitos puedo ser incorruptible«. La despedida, hasta un próxima encuentro que a buen seguro se producirá, llegó con un popurrí con el que la comparsa escribió otra noticia, la bonita historia de su camino por un Concurso de Carnaval en el que se ha asentado gracias a algo tan simple y complicado como es la elegancia y el gusto a la hora de escribir y a la hora de cantar.
Hoy le toca el camino inverso, volver a esa comarca de Los Pedroches a la que cantaron y cambiar el Gran Teatro por el Teatro «El Silo» para el Certamen de Pozoblanco. Después, la comparsa como el resto del carnaval tomará la calle donde estos incorruptibles seguro que siguen gustando y sumando adeptos a su forma de entender y plantarse ante cada febrero. «No te quedes afuera y súbete a mi rueda… Te regalo un deseo en forma de titular, que las guerras se detengan en las trincheras del Carnaval».
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