La Asociación Amigos del Carnaval de Pozoblanco adelantó ayer la mágica noche veraniega de San Juan en una velada donde ofreció a todos los asistentes una mezcla de posibilidades que contó con el beneplácito de cuantos se acercaron hasta el Coso de Los Llanos. No faltaron las hogueras que se distribuyeron por todo el albero, tampoco falto la luz con globos que subieron iluminados hasta el cielo, la tradicional «queimada» y mucho carnaval.

Aunque su arranque estaba previsto a las diez de la noche, no fue hasta bien entradas las once cuando las primeras agrupaciones se subieron al escenario. Antonio Arévalo Santos hizo de maestro de ceremonias y bien metido en el papel fue dando paso una a una a todas las chirigotas y comparsas que quisieron sumarse a esta noche.

El humor estuvo muy presente de la mano de las chirigotas locales «Compro oro», «Los chunguitos» y «No me toques la parmas que me conozco», además de la de Villanueva de Córdoba «El Barrio en Conciento». Agrupaciones que hicieron reír pero que también llevaron la crítica social, como hizo la comparsa de Peñarroya «El Mago», con una buena puesta en escena.

La velada se completó con la actuación de la charanga «El Gallo Kirico» que supo animar al respetable en los descansos previstos entre actuación y actuación.