El VIII Salón del Libro cerrará hoy sus puertas después de vivir una jornada ayer en la que se impuso la literatura de la comarca con una charla con los candidatos a los premios Solienses: Alejandro López Andrada, Juan Bosco Castilla y Francisco Onieva. Los tres escritores hablaron de las obras con las que han sido nominados al galardón, «Entre zarzas y asfalto», «El hombre que amaba a Franco Battiaco» y Vértices», respectivamente.
El encuentro sirvió para conocer la metodología de cada uno de los escritores y también para reivindicar la literatura nacida entre «las encinas» de Los Pedroches. El primero en intervenir fue Juan Bosco Castilla que defendió la necesidad de no explicar sus obras porque éstas tienen que ser definidas por la suma de las opiniones de los lectores. Como dato curioso, Castilla apuntó que la novela inicial contaba con 600 páginas que finalmente se quedaron en la mitad apuntando que «trabajo mucho la forma el hecho de que la novela se lea rápidamente no significa que no esté trabajada, aunque lo hago desde la sencillez».
«Entre zarzas y asfalto» es la obra con la que Andrada compite al premio Solienses y lo hace con un libro escrito «con poemas en prosa a ritmo de poesía». Una creación donde el escritor navega entre el asfalto de la ciudad y las zarzas del entorno rural escribiéndole a cada una de esas realidades estando en la otra, es decir, desde la lejanía.
La terna de candidatos la cierra Francisco Onieva y su poemario «Vértices» que siguió en la línea de sus antecesores respecto a la escasa necesidad que siente de contar el significado de sus libros aunque «puedo tener cierta reflexión sobre mi obra, sin que pueda acotar el sentido de la misma». Onieva sí defendió que para escribir tiene que partir de una idea premeditada alrededor de la que se construye la obra.
La vinculación de los tres autores con el territorio o la conexión y utilización de los nuevos programas tecnológicos en el proceso creativo fueron otros de los temas abordados en una charla donde también se destacó la labor de Antonio Merino, promotor de los premios Solienses.
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