Tras nueve meses de trabajo, entrenamientos, partidos y competiciones, la Escuela Municipal de Baloncesto, y también el Club Promesas, cerró un nuevo curso deportivo con el ya tradicional acto de clausura. El Pabellón Juan Sepúlveda acogió el pasado viernes una tarde llena de baloncesto en la que todos los equipos que han participado en la temporada 2012-2013 jugaron partidos y convivieron con sus compañeros, además de ser arropados por sus familiares desde las gradas.

La Escuela decidió que en el acto estuviera muy presente la competición y se organizaron diversos triangulares, de modo que cada equipo disputó dos partidos, enfrentándose equipos de la Escuela y de Club de edades similares. El punto y final lo pusieron los niños y niñas más pequeños, lo que permitió ver a jugadores que se inician en la práctica del baloncesto desde los cuatro años. Todos los participantes fueron obsequiados con una chapa con el escudo de la Escuela, a modo de insignia.

Una vez finalizados los partidos, todos los equipos fueron presentados ante el público que asistió al acto de clausura. Antes de los discursos oficiales, los jugadores y jugadoras devolvieron el apoyo mostrado durante toda la temporada por sus familiares levantando un mosaico en el que se podía leer, «Gracias por vuestro apoyo».

Finalmente, el presidente de la Escuela, Antonio Torrico, y el concejal de deportes de la localidad, Manuel Jesús López, cerraron el acto con sus respectivos discursos. Torrico anunció que «la formación de los más pequeños seguirá siendo el punto de partida de la nueva temporada» y agradeció la «complicidad» demostrada por los padres y madres. Por su parte, López destacó la labor que realiza el equipo humano que conforma la Escuela para que los niños y niñas puedan seguir practicando baloncesto.