El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado que todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa las próximas dos semanas, entre el lunes 30 de marzo y el jueves 9 de abril, pero no perderán su salario porque percibirán un permiso retribuido recuperable. En concreto, el Ejecutivo va a aprobar mañana domingo en un Consejo de Ministros extraordinario la suspensión de las actividades no esenciales las próximas dos semanas, para los ocho días laborables entre el lunes 30 de marzo y el jueves 9 de abril, ambos inclusive, mediante una medida excepcional de un permiso retribuido recuperable.
Así lo ha anunciado Sánchez en una rueda de prensa telemática en La Moncloa, en la que ha explicado que, de esta manera, estos trabajadores no tendrán que desplazarse a sus centros de trabajo las dos próximas semanas, con la finalidad de reducir los desplazamientos al nivel actual durante los fines de semana y evitar así la propagación del virus.
Los trabajadores continuarán recibiendo su salario con normalidad y una vez termine la situación de emergencia, recuperarán las horas de trabajo no prestadas «de manera paulatina y espaciada en el tiempo», por ejemplo con una hora más diaria, mediante los convenios entre empresas y sindicatos hasta el próximo 31 de diciembre, según ha explicado Sánchez, que ha informado ya a sindicatos y empresarios.
El jefe del Ejecutivo ha indicado que la decisión se ha tomado siguiendo las recomendaciones de los expertos del Comité Técnico, tras haberse tratado con los agentes sociales, que son «conscientes del enorme esfuerzo que hay que hacer», y bajo el convencimiento de la necesidad de reducir la movilidad de los días laborales al nivel de la caída que se produce los fines de semana.
En este sentido, ha indicado que la idea del Gobierno es anticipar las jornadas festivas de la Semana Santa para cerrar las actividades económicas de servicios no esenciales para rebajar de manera «significativa» la movilidad y recortar en mayor medida el contagio y las infecciones y con el fin también de reducir el número de hospitalizados y «aliviar» las UCIs.
Además, el presidente del Gobierno ha subrayado que la medida se adopta ahora porque «la sociedad está preparada para asumirla y ejercerla en primera persona», a pesar de tratarse de medidas «tan duras y contundentes». «Si logramos los niveles de movilidad de los fines de semana, que tampoco hay una gran diferencia pero es suficientemente significativa, para lograr entre todos reducir la movilidad y frenar aún más la acusada transmisión de la pandemia, creo que estaremos haciendo un esfuerzo de solidaridad conjunto para vencer al enemigo común», ha enfatizado.
Sánchez ha dejado claro que las actividades consideradas esenciales, como la producción agrícola o el abastecimiento de productos alimentarios o farmacéuticos, así como toda la sanidad, continuarán con su labor ordinaria como hasta ahora. «La idea es que un trabajador que trabaja en una obra, a partir del 30 de marzo no lo hará y podrá tener ese permiso retribuido. En cambio, un enfermero sí lo hará», ha añadido.
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