La vecinos de Azuel, dependiente del municipio de Cardeña, se concentrarán «pacíficamente» el próximo domingo 9 de junio, es decir, el día de las elecciones europeas, en la Casa de la Cultura «en protesta por no tener mesa electoral» propia como habían reclamado, según ha informado en una nota de prensa la Asociación Vecinal Quercus Azuel. 

Esta decisión se toma tras haber llegado a un acuerdo en una asamblea vecinal donde se decidió realizar una «reunión pacífica en la puerta de la Casa de la Cultural en protesta por haber dejado de tener una urna y una mesa electoral en la aldea por decisión de la Junta Electoral». Ese era el escenario donde se ponía la mesa electoral hasta la fecha. La reunión se llevará a cabo por la mediodía y se realizará la lectura de un manifiesto. 

Esta decisión, según se ha asegurado desde la asociación vecinal, «está amparada por la Ley ya que tanto el día de jornada de reflexión como en la propia jornada laboral pueden desarrollarse reuniones y concentraciones con cualquier intencionalidad, incluida la política, siempre que no incluyan peticiones de voto par los partidos participantes en las elecciones y siempre que sean pacíficas y siempre que no perturben la jornada electoral ni impidan o dificulten de forma injustificada el acceso a los locales donde estarán las mesas electorales». 

La asamble vecinal «tuvo como principal motivo dar a conocer a los y las asistentes sobre la decisión definitiva de la Junta Electoral sobre la supresión de la mesa electoral en esa aldea. El motivo esgrimido es que no se llega al mínimo de 200 personas censarás para tener una urna y en el caso de Azuel, cuando se adoptó esa decisión eran 194 personas, aunque en la última semana se ha producido alguna defunción». 

El problema para la asociación vecinal «es que la decisión se adopta por puras cifras y con la excusa de que la comunicación vecinal no se produce en el plazo establecido tras la convocatoria de elecciones europeas», pero sin entrar a fondo en la situación de la aldea, donde hay una población mayoritariamente envejecida, con serias dificultades para desplazarse, y para la que la solución de un autobús una hora para el domingo «no garantiza el pleno y libre ejercicio del derecho a votar, que no se garantiza».