Europa asiste a un incremento del neofascismo y del neonazismo preocupante que está ligado a idearios xenófobos, racistas, homófobos, machistas y reaccionarios. España no es una isla donde los derechos y principios democráticos estén a salvo frente a este movimiento ultraconservador.
En el mes de julio de 2018, los Comités Internacionales de los antiguos campos de concentración nazis ya advirtieron del peligro real para nuestras democracias y para la pervivencia de los Derechos Humanos de los discursos de la extrema derecha que se extienden por Europa y otras partes del mundo. En Alemania el número de delitos y actos violentos de la ultraderecha se incrementaron un 3,8 por ciento en 2022. En nuestro país, la ultraderecha ante la victoria de Giorgia Meloni en Italia afirmó que este hecho marca el camino hacia otra Europa… Una Europa uniforme y sin libertades, claro. Ante este escenario los Comités Internacionales de los antiguos campos de concentración nazis se reafirman en su compromiso por seguir luchando por un mundo en paz y solidario.
Desde julio de 2018, ha pasado poco tiempo, cobra más sentido las advertencias que los supervivientes de los campos de concentración nos legaron y que pueden resumirse en una única frase: “Estamos aquí para evitar que el horror que nosotros vivimos se repita”.
Hoy queremos ser el altavoz, sobre todo, de las víctimas españolas y cordobesas del nazismo. En un momento en el que una de cada seis papeletas en el Viejo Continente respalda a partidos de la ultraderecha ideológica europea. Es el mayor apoyo en las últimas cuatro décadas.
Apoyados en el discurso del odio, superficial, manipulador, lleno de mentiras y carente de ética se presentan como la solución ante amplios sectores de la población afectados por los grandes problemas de las democracias occidentales. Aprovechan el malestar social de estas capas sociales para culpabilizar a los gobiernos progresistas y para poner en marcha la “maquinaria del negacionismo” ante las cuestiones cruciales en los Estados modernos y avanzados como el cambio climático, la violencia de género o la Ley de la Memoria Histórica. A esto suman la criminalización de determinados sectores, organizaciones y grupos sociales a los que señalan como si fuesen adversarios políticos.
Tras las elecciones del pasado 28 de mayo vemos avergonzados cómo en algunas de estas instituciones (ayuntamientos, diputaciones o comunidades autónomas) se han cerrado o se está en vías de negociar pactos con la extrema derecha. Una situación que blanquea y normaliza los discursos del odio de la ultraderecha. Consideramos que es un error normalizar a este tipo de formaciones fascistas que llegan disfrazados como partidos democráticos porque la historia es cíclica y tiende a repetirse.
Hoy más que nunca nos sentimos interpelados por aquel “¡Nunca Más!” que gritaron los supervivientes de los campos – hombres y mujeres – en aquella primavera de 1945 cuando se conjuraron por un mundo mejor y más libre. La Asociación Triángulo Azul Stolpersteine de Córdoba se suma al manifiesto de La Amical de Mauthausen y otros campos y de todas las víctimas del nazismo de España, por su historia y por respeto a sus fundadores y por ello pedimos a todas las fuerzas democráticas, presentes en las diferentes instituciones, que prioricen la pervivencia y salvaguarda de todos los derechos logrados, negándose a pactar con los partidos de la extrema derecha.
Asimismo, hemos acordado unánimemente en la Junta celebrada el pasado 29 de junio de 2023, congelar la relación con todas las instituciones donde se haya materializado un pacto con la extrema derecha ya sea para ejercer el gobierno o por haber llegado a acuerdos con la intención de derogar o menoscabar la legislación que ampara los derechos consolidados.
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