El Club Deportivo Pozoblanco comienza a confeccionar la temporada que viene tras confirmarse el descenso de categoría. El primer paso que ha dado la actual Junta Directiva ha sido el de volver a demostrar su confianza en el actual técnico, Mario Rojas, que ha mantenido dos encuentros con el presidente, José Antonio Bravo, ratificando el acuerdo de continuidad tanto en el banquillo como del proyecto.
Sin embargo, la continuidad de Rojas al frente del equipo en Primera Andaluza está supeditada a otra, la de José Antonio Bravo como presidente de la entidad, ya que el club entrará en un proceso electoral que finalizará el próximo 2 de julio. Salvo sorpresa mayúscula, no se prevé que haya más candidatura que la encabezada por el actual presidente, no obstante de producirse algún cambio todas las cuestiones deportivas quedarían en el aire.
Esta remota posibilidad ha sido valorada por Bravo que ha preferido dar su confianza a Mario Rojas para que pueda empezar a trabajar, ya que de lo contrario no se hubieran dado pasos hasta el día 2 de julio -la asamblea extraordinaria de convocatoria de elecciones tendrá lugar el próximo 3 de junio-. Por tanto, y si todo se desarrolla según lo previsto, el técnico empezará a trabajar a partir de ahora en la confección de su nuevo equipo.
Un bloque que también tendrá, o esas son las expectativas, tintes continuistas porque tanto el presidente como el entrenador confían en los jugadores que han defendido este año la elástica blanquilla. El pasado viernes, el equipo se reunió por última vez y Rojas planteó a sus jugadores sus intenciones, recibiendo la respuesta positiva de varios de ellos. El descenso, sin embargo, provocará que otros se marchen siendo uno de los posibles destinos el Atlético Espeleño, si finalmente consigue su ascenso a Tercera.
No hay comentarios