• El entrenador del Club Deportivo Pozoblanco no puede evitar emocionarse tras el descenso de un equipo con el que «iría hasta el fin del mundo»

 

Día duro el que se vivió ayer en el Municipal de Pozoblanco tras consumarse el descenso del equipo de Tercera a Primera Andaluza. El empate ante el Arcos fue insuficiente y el conjunto blanquillo pierde la categoría después de once años militando en Tercera. Las caras de los jugadores reflejaban la tristeza y la decepción y la del técnico Mario Rojas no era menos explícita. En su comparecencia ante los medios, el entrenador no pudo evitar emocionarse al repasar el partido, la temporada y también hablar del futuro.

Centrado en el partido que su equipo acaba de empatar frente al Arcos, Rojas alabó la actitud de los suyos al reponerse tan pronto al gol recibido en contra aunque reconoció que «en la segunda parte nos ha pesado todo, nos ha pesado el físico, la responsabilidad, el marcador y aunque hemos tenido alguna ocasión son cosas del fútbol, por eso el fútbol es tan grande». «Hoy nos ha tocado sufrir a nosotros, el objetivo no se ha cumplido», dijo un rojas visiblemente emocionada y con la voz entrecortada que agradeció a «todos mis jugadores porque con este equipo iría a cualquier lado».

Tras el último partido liguero, había que mirar también a lo que ha sido la temporada para el equipo y aunque Rojas no quiso pensar en lo que no ha ocurrido también reconoció que «la primera vuelta fue mala e igual pecamos de inexperiencia, el primero yo. Lo que ocurre ese que la temporada tiene 38 partidos y para mí eso no vale porque si hubiéramos empatado con la Lebrijana, por ejemplo, con este empate seriamos equipo de Tercera».

Un vestuario «roto»

El preparador del equipo vallesano intentó consolar a sus jugadores a la conclusión del choque y apuntó que el vestuario «está roto». «No se podía hablar, los chavales están rotos porque saben lo que se ha trabajado», indicó. Y es que a pesar del descenso, Rojas catalogó la temporada como «espectacular» porque «trabajar con un grupo humano así vale mucho, estoy muy orgulloso. Ha sido un palo muy duro, pero la vida tiene estas cosas y hay que seguir hacia delante, lo que tengo claro es que iría al fin del mundo con este grupo».

Rojas sacó la cara por los suyos porque y afirmó que «le he dado las gracias por todo lo que hemos hecho, por el grupo que se ha conseguido y por el apoyo que me han dado. Cuando una persona trabaja y lo da todo por el club, por él mismo y por el grupo no hay nada que reprochar». Eso sí, el preparador no negó que sus sensaciones eran bien diferentes y que tras ver el estado del campo, con mucho público, y el apoyo de la afición «ni me imaginaba que se acabar el partido sin ser equipo de Tercera».

El futuro

Y ¿ahora? Pues el técnico lo tiene claro. «Ahora tendremos unos días de descanso y vendremos un día para tener un día de convivencia , pero si es verdad que quiero hablar pronto con el presidente para ver qué idea tiene, el proyecto y si me gusta pues no me importaría continuar», apuntó Rojas. De momento, el Pozoblanco también estará pendiente del futuro de equipos como el Atlético Espeleño ya que de subir a Tercera «podría llevarse a varios jugadores de aquí». «Creo que lo importante es aclarar puntos para hacer que este proyecto siga su cauce porque de 26-27 jugadores que hemos tenido que solo haya cuatro de fuera es algo digno de admirar».