La Cooperativa Olivarera de Los Pedroches (Olipe) sigue avanzando en su departamento de I+D sumándose al desarrollo de iniciativas que alargan su apuesta por la producción ecológica y su compromiso con el medio ambiente. En este sentido, Olipe se ha aliado con el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) para desarrollar Oliplast, un producto que viene a dar un nuevo valor al hueso de la aceituna. El proyecto ha sido presentado por el presidente de la Cooperativa, Juan Antonio Caballero, la responsable de marketing de Ampliast, Elisa Cones, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Díaz. De la unión de ambas entidades nace el proyecto Gooliva que permitirá obtener nuevos compuestos bioplásticos para la fabricación de envases sostenibles para productos relacionados con el aceite de oliva.
La economía circular trasladada al mundo rural está en la base de esta idea, además de una manera sostenible de entender el sector. «Entendíamos que teníamos que desarrollar temas de valorización de los subproductos, realizar una utilización digna no solo del aceite, sino también de los subproductos», ha explicado Juan Antonio Caballero, que ha detallado que con el hueso de la aceituna «teníamos una asignatura pendiente». Con este producto, Oliplast, se consigue alargar el ciclo de vida del hueso, además de unirlo a una utilización de plastificantes que sean orgánicos para que el producto una vez utilizado vuelva a la naturaleza.
De esa necesidad de poner en valor a este subproducto surgió la posibilidad de convertir los restos de hueso provenientes de la molturación en un elemento base para la fabricación de bioplásticos orgánicos que permiten generar un producto de alta calidad y que sorprende por su resistencia en todos los usos en los que se ha probado: bandejas, platos, maceteros, vasos y recipientes de todo tipo. Caballero ha destacado que “cualquier valor añadido que podamos obtener de los subproductos del olivar es bueno porque siempre va a contribuir a la economía de los agricultores, que es nuestro objetivo final como cooperativa”. Caballero ha explicado que el proceso comienza con la limpieza, el desecado y la molienda del hueso, que se lleva “casi en polvo” a las instalaciones de Aimplas para comenzar el proceso.
Por su parte, Elisa Cones ha puntualizado que su empresa trabaja en los retos que presenta el sector agrícola situando uno de ellos en el uso intensivo de los plásticos y el efecto que puede tener en el medio ambiente. En esa línea de investigación nace su alianza con Olipe para «revalorizar un subproducto del sector agrícola como es el hueso de aceituna y que ese residuo se acabe convirtiendo en una materia prima, es un recurso que nos va a permitir producir un nuevo material bioplástico, devolviéndolo al ciclo productivo y, además, da lugar a un material sostenible porque puede ser compostado».
Este proyecto está financiado con fondos Feder de la Unión Europea y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y su presupuesto asciende a 340.000 euros, aunque no se descarta ampliar para seguir en esta línea de investigación.
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