Se acabaron las vacaciones para el Club Deportivo Pozoblanco que en la tarde de ayer realizó su primer entrenamiento de la pretemporada. Rafa Carrasco tuvo a 21 jugadores bajo sus órdenes, incluidos los cincos fichajes de la entidad y tres jugadores que salen de juveniles. En el capítulo de ausencias hubo que anotar la de Charaf y la del preparador físico, Sebastián Sánchez. Después de una charla inicial, donde el entrenador se dirigió a sus jugadores pidiéndoles compromiso, el equipo realizó una sesión que sirvió de toma de contacto y para que el técnico viera en el estado de forma en el que llega cada uno.

Al término del entrenamiento, Rafa Carrasco mostró sus impresiones y valoró la plantilla con la que tendrá que hacer frente a esta primera andadura en la División de Honor. El técnico de los blanquillos destacó que «los mejores fichajes son los que se han quedado porque la base de la plantilla es la misma y eso es muy importante porque hizo un rendimiento espectacular, por encima de todas las expectativas». De las caras nuevas, Carrasco resaltó que con la llegada de Ismael se refuerza la banda izquierda, mientras que «con Santacruz tenemos a un jugador polivalente que podemos utilizar de central, en el medio campo e incluso en el lateral. Tiene experiencia y técnicamente es exquisito y esperemos que nos dé ese desplazamiento que hemos perdido con la marcha de Antonio Carlos«.

Del resto de fichajes, el técnico habló de la apuesta por Domingo de volver al Pozoblanco a pesar de tener ofertas de equipos de Segunda B y de Manolillo del que dijo que «tiene gol y creo que nos puede dar bastantes cosas». El portero Miguel Díaz, viejo conocido de la afición vallesana, cierra un ciclo de fichajes que podría quedarse ahí ya que Carrasco da por prácticamente cerrada la plantilla aunque dejó abierta la posible llegada de un mediapunta o un delantero «siempre y cuando venga a mejorar lo que tenemos».

 

Se le vio con muchas ganas al técnico en la primera sesión y también con mucho optimismo porque «llega una temporada bonita, en una categoría nueva en la que vamos a ver equipos que hace tiempo que no vemos y esperemos que se cumplan las expectativas que tenemos». Una expectativas, que de momento, no pasan por ponerle nombre a los objetivos aunque Carrasco quiere «estar entre los mejores». De momento, en la pretemporada podrá medir las fuerzas de su equipo frente a equipos de mayor categoría, unos amistosos diseñados por él mismo y con los que tomará el pulso al nuevo Pozoblanco.

El equipo seguirá con su preparación y durante la pretemporada no llevará el planning ideado para la temporada, donde los jugadores de Córdoba entrenarán en la capital y subirán hasta la localidad dos días a la semana para realizar entrenamientos conjuntos, uno de los requisitos que estableció Carrasco para renovar con el club.