Una de las caras nuevas del Balonmano Pozoblanco 13-14, aunque de nueva tiene poco para el buen aficionado pozoalbense, es la de Paco Bustos. El veterano pivote afronta una segunda etapa en el club vallesano en la que va a ser, como confiesa, su última temporada en activo y en la que debe aportar su experiencia a un grupo de trabajo joven, desde el cuerpo técnico a los jugadores.
«Las pretemporadas siempre son duras y se hacen un poco cuesta arriba al principio», comenta Paco tras cumplirse la primera semana de trabajo, «aunque al final la ilusión hace que las sesiones se te hagan cortas». Es un recién llegado a «un grupo muy compacto y una plantilla muy compensada, donde debo aportar la veteranía para estar un añito más en la B». «Están buscando la guinda del zurdo, pero son gente muy trabajadora y con una ilusión de la que espero contagiarme», añade.
El pivote estuvo cerca de colgar las botas, pero, explica, «Pedro (García) insistió e insistió y al final vamos a echar una manilla aquí, buscando que el equipo salve la categoría y pueda seguir habiendo balonmano en Pozoblanco». Sin embargo, sabe que estos ratos de balonmano se acaban. «Es el final. Cumpliré 39 años en marzo y es el último año que voy a jugar. Quiero disfrutarlo. El año pasado ya estuve sopensando retirarme, pero no lo tenía decidido. Ahora sí lo tengo y va a ser un año para intentar disfrutar, para poder aprender mucho de ellos, para ayudarlos y para dejar el balonmano con buen sabor de boca».
Bustos, como comentaba antes, sabe que el trabajo de la permanencia será complicado. «Va a estar más complicado. Ya se ha pasado ese mal momento de los doce equipos, se vuelve a dieciséis, y han creado una fase de descenso que es un tema complicado. Nuestro objetivo es evitar esa fase de descenso lo antes posible y ver hasta dónde podemos llegar. Pero será difícil porque poco a poco se va estabilizando el balonmano, aunque siga en barrena y cayendo».
«Córdoba se está sirviendo de que ha sido una ciudad que ha trabajado mucho la cantera»
En ese contexto, Córdoba vive un momento boyante al menos en cuanto a los clubes, con una plaza en la Asobal, dos en Honor Plata y dos en Primera Nacional. «Córdoba se está sirviendo de que ha sido una ciudad que ha trabajado mucho la cantera. Se están viendo los frutos ahora, porque cuando no hay economía de tira de la gente de casa y de la juventud. Pero las condiciones de trabajo de los equipos y los periplos que sufren durante la temporada para poder cuadrar el presupuesto los clubes los estamos sufriendo los jugadores. Tiene muchísimo mérito lo que están haciendo los clubes y los jugadores, pero es muy duro y la crisis se está notando muchísimo».
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