El Balonmano Pozoblanco ha confirmado esta noche su cuarto refuerzo de la temporada, uno de los de más peso, en todos los sentidos, hasta el momento. Se trata del veteranísimo pivote Paco Bustos, que regresa a sus 38 años para formar parte de nuevo de la plantilla vallesana.

Bustos, que tenía casi decidido colgar las botas a sus 38 años cumplidos en marzo tras el ejercicio vivido en Palma del Río, ha aceptado al final la propuesta del secretario técnico vallesano, Pedro García, que le tenía como una de sus primeras opciones para dar fortaleza defensiva y kilos al equipo de Miguel Ángel Moriana.

El sí del canterano del Cajasur, que ha vivido una dilatada carrera en muchos clubes de Asobal y División de Plata, deja fuera de la plantilla con prácticamente total seguridad al capitán Israel Damont, luego de nueve temporadas defendiendo la elástica blanquilla.

Con este fichaje, que se une a los del meta Antonio Carreño, el primera línea Agus Casado y el pivote Alonso Ruiz, la plantilla del Balonmano Pozoblanco ya tiene 10 jugadores, con las renovaciones de Víctor González, Alberto Requena, Ángel Povedano, Nacho del Castillo, Julián Portero y Adrián Santamaría. Así pues, faltan dos jugadores, a ser posible un zurdo y un recambio para los extremos, para cerrar la plantilla y cubrir las 12 fichas mínimas que obliga a tener la Federación Española de Balonmano.