Aunque acabó de forma trágica con la muerte de un caballista, la Fiesta de los Piostros comenzó el sábado en Pedroche como todos los años, con absoluta normalidad, con un ambiente festivo que sacó a la calle a todo un pueblo que volvió a recibir a numerosos ciudadanos de la comarca que vivieron esta fiesta tradicional acompañando a los numerosos caballistas y jinetes que formaron parte de una comitiva a la que se sumaron casi cuatrocientos piostros o romeros a caballos.
Todos ellos se dieron cita en el paraje El Arenal para posteriormente pasear por las calles del pueblo y recoger a la Virgen de Piedrasantas de la Parroquia de El Salvador para su traslado hacia su ermita. Una vez allí, y como es tradición, los caballistas pasaron por delante de la imagen mostrando su devoción y respeto antes de que tuviera lugar la Eucaristía en honor de la Patrona de la localidad.
Durante el recorrido por las calles de la localidad hasta la llegada a la ermita, los asistentes pudieron ver la estampa tradicional de estos Piostros, el hombre a caballo y tras él la jamuga con la mujer y su paje en una yunta de mulas. Otro detalle que no pasó desapercibido fue la cubierta de caballos y yeguas, las habituales mantas bordadas a mano que finalizan con las tradicionales bolas de lana.
La ermita de la Virgen de Piedrasantas se convirtió en ese momento en un hervidero de personas que disfrutaron de este arranque de Feria y Fiesta de los Piostros que posteriormente quedó paralizada por los tristes acontecimientos acaecidos mientras los jinetes subían la cuesta de El Molar, una de las zonas más llamativas y donde se concentró una gran cantidad de personas para disfrutar de estos Piostros.
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