El pasado mes de mayo informábamos de la denuncia que algunas familias realizaban ante la falta de profesionales en el área de salud mental del Área Sanitaria Norte (ASNC), una situación que no ha mejorado. La problemática es tal que ahora se ha pedido amparo al Defensor del Pueblo a través de una carta firmada por la trabajadora social del ASNC, una misiva que también ha sido enviada a partidos políticos y representantes públicos para hacer extensiva la preocupante situación. 

En la carta se explica el contexto del ASNC, es decir, se especifica que tiene un rango geográfico de unas 80.000 personas con una gran dispersión geográfica y que tiene dos equipos de salud mental, uno en la zona de Peñarroya y otro en la zona de Pozoblanco. Sin dejar a un lado la dificultad existente para la cobertura de personal sanitario, se recuerda la «pelea» para que esa cobertura se haga en equidad y la ciudadanía de las zonas rurales no tenga que sufrir una merma en sus recursos. 

Posteriormente, se detalla la situación que se vive en salud mental con el equipo de Peñarroya con un único psiquiatra de los dos que debería tener la plantilla a lo que hay que unir la baja de ese psiquiatra en un corto espacio de tiempo ya que se acogerá a su derecho de bajo por paternidad. Eso supone dejar sin cobertura a la zona de Peñarroya, al menos, durante cuatro meses. Pero es que a esta circunstancia hay que sumar que de los dos psicólogos que debería contar el equipo no hay ninguna plaza cubierta. 

Zona de Pozoblanco 

Así están las cosas en Peñarroya-Pueblonuevo, pero ¿qué profesionales hay en Pozoblanco? Pues la situación no es mucho mejor ya que se debería contar con dos psiquiatras y dos psicológicos, pero desde hace cuatro meses la zona se encuentra sin psicólogos. Mientras tanto los pacientes con patologías graves como psicosis, esquizofrenia, ansiedad o depresión siguen sin atender, así como niños que están pendientes de valoración para adaptaciones curriculares en su proceso educativo, valoraciones de espectro autista, niños con alteraciones del comportamiento, con conductas suicidas o con trastornos alimentarios, entre otras patologías, a los que no les queda otra salida que acudir a la sanidad privada. 

En la misiva se explica que entre las alternativas ofrecidas se encuentra la continuidad asistencial a los psicólogos de salud mental de Córdoba para atender en consulta de primera vez algunos de estos casos, sin embargo, se queda en una primera consulta y, posteriormente, no se les facilita la consulta de revisión. «Eso sí, los números están cubiertos para lavar la cara del sistema y justificar que estamos atendiendo, sin embargo, la salud mental no es un número, es un grave problema de salud y necesita continuidad en la atención», se refleja en esa carta. 

Explicaciones que no convencen 

La denuncia prosigue planteando que desde «las altas esferas» se alega que es un problema de que no hay psicólogos PIR, es decir con la especialidad, algo que no se cuestiona. Lo que sí se cuestiona es que si cuando no hay MIR se cubren las vacantes con medios hasta la cobertura de plazas MIR por qué esa situación no se aplica a los psicólogos. «Estamos cansados como ciudadanos a la “venta de humo” y sin embargo estamos siendo todos cómplices de continuar con esta situación sin poner soluciones», se reivindica, además de recordar que hay Comunidades Autónomas que sacan programas de salud emocional sin PIR. Es por todo ello que se pide al Defensor del Pueblo que inste al Servicio Andaluz de Salud, a la Consejería de Salud, al Ministerio o «a quien corresponda» a dar una solución a este «grave problema en el que nos vemos repercutidos toda la sociedad».