Para cualquier periodista que se queda en la redacción el mes agosto es probablemente uno de los más temibles del año. En Pozoblanco, hace algunos años, que hay quien se solidariza con el gremio y nos hace este mes más liviano aportando alguna que otra novedad y en esta semana nos ha tocado una pequeña lotería a nivel informativo. El pasado lunes, hoyaldia.com avanzaba en primicia la reunión que varios ciudadanos tendrían ese mismo día para ver la posibilidad de crear un círculo Podemos en Pozoblanco  y como en aquella película de Paco Martínez Soria -me viene ni que al pelo-, «Se armó el Belén». Son tantas las cosas que quiero decir que no sé ni por donde empezar, pero intentaré hacerlo con algo de orden.

En primer lugar, conocí los nombres de las personas que asistieron a la reunión en el momento que se estaba produciendo la misma -cosas del azar-, nombres que contrasté al día siguiente y que decidí no publicar de manera consciente y entendiendo que con ello no estaba ocultando ninguna información trascendental para contar lo que quería contar, que un grupo de ciudadanos se iba a sentar para ver si era viable la posibilidad de realizar y poner en marcha un proyecto como el que estamos detallando. ¿Tan importante es conocer los nombres de personas que no han decidido dar ningún paso en firme, tan solo sentarse a dialogar sobre unas inquietudes comunes? La gente tiene derecho a acudir a los sitios sin necesidad de que al día siguiente vea su nombre escrito en un papel o en una pantalla, más cuando esas reuniones no son públicas, que no es lo mismo decir que clandestinas. Por lo tanto, no publiqué los nombres porque no quise y lo hice de manera consciente, básicamente por respeto.

Vayamos con el segundo punto. Aunque los nombres no se han hecho públicos por los que nos dedicamos a informar, nadie puede detener el potencial de las redes sociales ni tampoco la cobardía de quien insulta bajo el anonimato, así que ya los conocemos a todos y parece que la lista no ha sido del gusto del respetable, se esperaba otro grupo de gente bajo esas siglas y ese proyecto, para qué nos vamos a engañar. Pero tampoco podemos ser hipócritas, señores. Es fácil ver los toros desde la barrera y limitarnos a criticar sin hacer nada y cuando vemos que seis personas se reúnen vamos y nos falta poner carteles con sus nombres y apellidos a modo de diana. Por más crítica que sea con los diecisiete concejales que hay en el Ayuntamiento de Pozoblanco hay una cosa que siempre admiraré de ellos, la valentía de etiquetarse en un pueblo que parece más preocupado de donde situar a unos y a otros que los problemas que le están matando. Muchos de ellos dejan su tiempo a cambio de poco o nada -otros a cambio de mucho-, no nos engañemos. Por eso, aunque creo que el círculo Podemos pasa por buscar gente preparada, potente, con ganas y que apuesta por Pozoblanco sin fisuras, la iniciativa en sí habría que tomarla en cuenta y, al menos, respetarla.

Y esto me lleva a la tercera de mis reflexiones. Muchos han respirado tranquilos al ver el cariz que tomaba el posible proyecto del círculo Podemos, pero si yo fuera ellos no respiraría tan tranquila porque más allá de lo que suceda de aquí a mayo a nadie se le puede olvidar y nadie debería pasar por alto el nivel de descontento, de crispación y de hartazgo, y a alguien le va a pasar factura. A nuestros gobernantes, todas estas propuestas que salen de la ciudadanía -también las anónimas, que por algo se empieza- deberían hacerles pensar qué es lo que están haciendo en una de las legislaturas más desaprovechadas de cuantas se han vivido en Pozoblanco. No sé si quienes ostentan los galones de mando o quienes aspiran a tenerlos se han sentando y se han planteado esta cuestión, pero a mí me parece de vital importancia para poder situarnos y ser conscientes de la realidad en la que vivimos y hacer un ejercicio de responsabilidad, aunque a estas alturas pedir eso igual es de ilusos. Sin embargo, yo no pierdo la fe y al igual que cuando escribo lo hago con esa responsabilidad que me impide poner a los pies de los caballos a ciudadanos anónimos pido a mis gobernantes que hagan algo más que salir por «patas» en agosto. Ahora que algunos disfrutan de unos días de descanso, no digo yo que no merecidos, igual pueden pensar en que han hecho muchas cosas mal para que la ciudadanía de Pozoblanco manifieste su descontento de un manera que no tiene precedentes.

Siguiendo en mi línea argumental buscaré también la parte de culpa que tenemos esta sociedad pozoalbense que parece tirarlo todo por la borda sin haber empezado. No sé si Pozoblanco necesita un círculo Podemos, un pacto de mínimos o una lista de titulados y expertos en diferentes materias. Lo que tengo claro es que Pozoblanco necesita el compromiso de la ciudadanía porque solo con nuestro compromiso nuestra realidad puede cambiar en unos meses y ese compromiso se centra, igual, en ver las diferentes alternativas y participar de una manera u otra, no tirando cualquier alternativa que surja a la basura, sino apostando por mejorarla y trabajando de manera conjunta. Eso si queremos cambiar algo y si no pues que las cosas sigan como están, que habrá quien no las vea nada mal. Así es este juego de la democracia.

*No me resisto a escribir, poquito, sobre el aluvión de cuentas anónimas en Twitter que hablan desde la despreocupación y «valentía» que otorga el no plantar cara a la vida. Me parece estupendo, cada uno es como es, pero pediría que no nos dieran lecciones a quien trabajamos en esto, de frente a frente las que se quieran pero desde la cobardía y el ventajismo no, por favor.