No se crean que les he querido engañar con el titular y eso de Pozoblanco en imágenes va a ser una sucesión de fotografías sobre la localidad. Cierto es que todas las imágenes -cuatro- que este artículo va a recoger han sido tomadas en Pozoblanco y bien podrían resumir el clima que se respira en un pueblo en el que la discordia y el malestar parece haberse instalado sin que haya atisbos de que esa sensación de enfado continuo vaya a desaparecer. Siempre nos queda la rutina, esa a la que le da igual que pase y que se basa solo en algo tan estricto como el calendario.
Vamos con la primera imagen. El pasado jueves, durante la intervención del concejal de cultura del Ayuntamiento de Pozoblanco, Juan Bautista Carpio, en el acto de presentación de la Asociación Los Pedroches por la República, un joven levantó una pancarta donde podía leerse: «Periscopia y Pop-zoblanco cancelados sin explicación. Exigimos dimisión. Concejalía de Incultura». El edil no se inmutó y continuó su intervención sin mayores problemas, pero lo cierto es que la cancelación del Festival Periscopia ha puesto en el punto de mira a un concejal que ya vivió una situación similar con la cancelación del concierto de Antonio de Pozoblanco.
Las peticiones de dimisión son consecuencia de una gestión que no gusta pero también del ambiente enrarecido que se vive en Pozoblanco desde hace mucho tiempo y eso nos lleva a la segunda de nuestras imágenes. La última campaña de la concejalía de Turismo puso en sobre la mesa aquello de «Pozoblanco, equilibrio natural». Pues aquí tenemos el equilibro existente en la localidad. No es la primera vez que desde este periódico se pone la mirada en lo poco que se cuida la imagen de Pozoblanco y damos fe de que el mupi que más se ve, porque está en una de las entradas naturales de la localidad, lleva así semanas y semanas. Paradojas de la vida, igual la imagen de la ciudad no queda muy bien pero con esta fotografía eso de que una imagen vale más que mil palabras se cumple a la perfección porque Pozoblanco busca su equilibro desde hace tiempo y a tenor de lo visto hace malabares por conseguirlo.
Pero oye, que no todo van a ser imágenes de esas con las que te dan ganas de salir corriendo. La gente sigue viviendo y el ritmo no para, como tampoco lo hace el calendario como decíamos antes. Y ese calendario nos dejó el fin de semana la procesión más ruidosa de todas las que transitan por las calles de Pozoblanco. Motos, coches y camiones quisieron vivir una nueva procesión de San Cristóbal que luego llevó a los miembros de la Cofradía y a quienes quisieron al fortín del Recinto Ferial a vivir su tradicional rato de convivencia, hasta las dos, como no podía ser de otra forma.
Y para finalizar, tampoco vamos a hablar siempre de fracasos porque hay quien con sus propuesta consigue gustar. Fue el caso de la Banda Municipal de Música de Pozoblanco cuando el viernes ofreció un concierto en el Anfiteatro del Parque Aurelio Teno, que se quedó pequeño, para escuchar la propuesta de la Banda: pasodobles toreros, flamencos y música de Abba, Nino Bravo, Europe o The Beatles. Igual, es que necesitamos otro tipo de sones y de ritmos que los que marca la actualidad.
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