El pasado 19 de marzo, el salón de actos del Centro de Atención a Personas Discapacitadas (CAMF) de Pozoblanco era testigo de la primera jornada de encierro de los trabajadores del Centro. Casi un mes después, las protestas continúan y los trabajadores siguen mostrando su disconformidad todos los martes realizando turnos de encierro durante veinticuatro horas. Hace una hora terminaba, así, la quinta jornada de encierro que sigue sin provocar acuerdos porque, de momento, la Administración no atiende las propuestas que ya en su día nos explicaron los miembros del Comité de Empresa.

Unas propuestas que giran en torno a las vacantes que aparecen en el centro, así como por la política de recortes impuesta y que ha provocado un empeoramiento en las condiciones laborales de los trabajadores. Una situación, la de las contrataciones en el ámbito del IMSERSO, que ha sido denunciada por el sindicato CC.OO que ya recogió en una nota de prensa que «el sistema de bolsa establecido no da solución al problema» y que su variación se trataba de una decisión «de carácter político».

En esa misma nota de prensa, el sindicato informa que  «se han autorizado para el IMSERSO un cupo que es menor del cincuenta por ciento de lo solicitado, habiéndose aprobado 40 horas -80 contratos de seis meses de duración-, a distribuir sobre las necesidades de todos los centros». Algo que, evidentemente, se considera insuficiente y se avanzan afirmando que «se siguen poniendo pequeños parches momentáneos en grandes socavones permanentes».

Unas declaraciones que van en la línea de las ya recogidas en hoyaldia.com y concedidas por miembros del Comité de Empresa del CAMF de Pozoblanco que vuelven a reivindicar que «se cubran las plazas vacantes que hay en el centro para garantizar el mismo servicio de calidad que venimos ofreciendo en este centro». Protestas que los trabajadores siguen compartiendo con la ciudadanía con las concentraciones que cada día se producen a las puertas del CAMF a las doce de la mañana.