Hacer del Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física (CAMF) de Pozoblanco lo más parecido a un hogar para sus residentes o que el centro se convierta en una referencia en cuidados de larga duración. Son algunos de los objetivos que busca Carmen Laboreo Longas (Zaragoza, 1981) actual directora gerente del CAMF, centro al que llegó un año después de la irrupción de la pandemia. La profesional es enfermera en salud mental, Terapeuta Ocupacional y funcionaria de carrera del Ministerio del Interior y personal del Imserso. Con ella hablamos sobre la situación del centro pozoalbense.
Pregunta: ¿Cómo llega a la dirección del CAMF de Pozoblanco?
Respuesta: En marzo de 2021 llego al CAMF de Pozoblanco y comienzo a trabajar como enfermera. Desde el principio me llama la atención el ambiente. Se respira alegría y confianza. El personal, por norma general, conoce a las personas usuarias desde hace mucho tiempo y la relación que observo entre ellos se parece más a una familia que a una institución. A lo largo de mi vida profesional he trabajado en muchos sitios distintos (hospitales, centros de día, centros penitenciarios…) y esa cercanía con las personas atendidas, la implicación de los profesionales en la vida de los residentes y el mirar por su bienestar me sorprendió desde el primer día y fue lo que me hizo decidirme por optar al puesto de dirección cuando surgió la oportunidad.
También fue determinante para tomar la decisión el conocer previamente al resto del equipo directivo, conocer su dedicación e implicación en el Centro y cómo habían resuelto situaciones tan tremendas como la pandemia del Covid. Las personas que viven en el CAMF se consideran población vulnerable y al inicio de la pandemia cuando no se sabía prácticamente nada del virus y solo había miedo, los pronósticos eran nefastos. Fue gracias a la gestión del equipo directivo y al buen trabajo de todos los profesionales del centro que el primer caso de covid fue en julio de 2021, cuando ya las personas estaban vacunadas.
P: ¿Qué balance hace de este tiempo?
R: El balance en general es positivo. El poder ir poco a poco recuperando la normalidad nos ha permitido volver a realizar más actividades en el CAMF. Desde marzo, con la incorporación de la nueva administradora estamos el equipo directivo al completo, algo esencial para poder realizar todos los proyectos que tenemos. Se ha llevado a cabo la contratación de una musicoterapeuta y una integradora social y hemos podido incrementar las actividades de ocio y la participación de las personas usuarias. Estoy muy contenta porque de nuevo el CAMF tiene Junta de Participación y dos comisiones formadas por personas usuarias mediante las que podemos recoger inquietudes y deseos de los residentes para poder incorporarlas en la gestión del centro.
También hemos vivido momentos difíciles, el más complicado a nivel de gestión para mí ha sido cuando se declaró el agua como no potable ni apta para la preparación de comidas en Pozoblanco. Fueron días muy difíciles pero una vez más gracias a las trabajadoras y trabajadores del centro y su colaboración lo pudimos resolver de manera satisfactoria.
P: Desde el punto de vista de la gestión, ¿cuáles son sus apuestas por mejorar la calidad de vida de las personas que viven en el CAMF?
R: El CAMF es la casa de las personas que viven en él, por lo tanto mi mayor apuesta es intentar que el centro sea lo más parecido a un hogar para ellos. Un hogar donde sientan que son los protagonistas de su propia vida, reciban unos cuidados de calidad y se sientan apoyados y empoderados para llevar a cabo su proyecto de vida.
P: ¿Cuáles son sus principales objetivos?
Voy a hablar en plural ya que todos los objetivos, intervenciones y proyectos en el CAMF son el resultado de un trabajo en equipo, un trabajo que se dirige a una misma finalidad y es que las personas que viven en el CAMF tengan una vida buena. También es un objetivo fundamental que las personas que trabajan en el CAMF desarrollen su trabajo en las mejores condiciones posibles, ya que esto repercute siempre en una mejor atención a las personas usuarias.
Otro de los objetivos que tiene el equipo directivo es aumentar la participación en la comunidad, no solo en la del centro a través de comisiones de personas usuarias y la implicación en las decisiones del centro sino en la vida social del pueblo, participando de manera activa en la vida cultural y social de Pozoblanco y abriendo nuestras puertas para que los habitantes de Pozoblanco y sus instituciones nos conozcan y podamos ser un apoyo en accesibilidad o en difusión del conocimiento.
Desde el CAMF de Pozoblanco se está trabajando en la transición hacia un modelo de provisión de cuidados de larga duración basado en la atención centrada en la persona, aunque bien es cierto que muchos de los componentes de este modelo llevan realizándose en el centro desde hace mucho tiempo,ya que el personal tiene muy en cuenta para realizar su trabajo, los gustos ,deseos y preferencias de las personas, queremos conocer y participar en sus proyectos de vida, conociéndolos más a fondo y siendo los apoyos necesarios. En resumen queremos que el CAMF de Pozoblanco sea referencia en cuidados de larga duración, desinstitucionalización y participación en la comunidad.
P: ¿A qué dificultades se enfrentan las personas con discapacidad en un entorno como el nuestro?
R: Las principales barreras a las que se enfrentan son las arquitectónicas, el pueblo de Pozoblanco a pesar de tener un Centro de Personas con Discapacidad Física desde el año 1986 no es accesible en muchos puntos de su trazado urbanístico y de acceso a edificios: bordillos, aceras estrechas y badenes dificultan el desplazamiento de personas con movilidad reducida… Además, es llamativo que en un municipio como Pozoblanco el transporte público no esté adaptado para que viajen personas que utilicen silla de ruedas.
También existe una falta de concienciación en relación al estacionamiento de vehículos, muchas veces los vecinos y vecinas dejan el coche “tirado” aunque sea por poco tiempo y no se dan cuenta que pueden estar obstruyendo el paso en una rampa u ocupando parte de la acera e impidiendo el paso a una persona en silla de ruedas. Animo a los lectores a visualizar el vídeo de concienciación que se realizó por parte de personas usuarias y personal del centro llamado “El momentito”.
Otras de las dificultades que encuentran las personas con discapacidad física es que no todos los servicios de los bares y restaurantes están adaptados y esto lógicamente supone una dificultad para hacer uso de ellos y disfrutar de ese ratito de ocio, al igual que en las fiestas populares no se dispone de plataformas elevadas para conciertos o “barrachapas” con una altura que permita a personas en silla de ruedas consumir bebidas o comida sin necesitar ayuda de otra persona.
A pesar de estas dificultades, me gustaría hacer mención a algo que siempre me comentan las personas usuarias y es que cuando han necesitado ayuda por alguna circunstancia como una caída, no poder acceder a un comercio, algún problema con la silla de ruedas, etc., las vecinas y vecinos de Pozoblanco siempre han estado dispuestos a ayudarles o prestarles apoyo en ese momento.
P: Siempre se ha dicho que el CAMF de Pozoblanco y sus usuarios están muy familiarizados con el entorno donde viven ¿ha apreciado esto?
R: ¡Claro! Las personas usuarias participan de manera activa en la vida de Pozoblanco, te puedo decir que algunos de ellos son voluntarios en el Hospital Comarcal, hay alumnos de la Escuela de idiomas, otros participan del movimiento asociativo y en general las personas que no necesitan un apoyo extenso no se pierden una fiesta en Pozoblanco.
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