El portavoz del PSOE, Rafael Villarreal, analiza la actualidad política local haciendo balance del primer año de gestión municipal. Crítico con la labor del equipo de gobierno, catalogando su gestión de “nula”, también analiza el papel de su grupo como oposición, así como algunos proyectos que rondan desde hace años pero que no acaban de concretarse. Entre el talante y la crispación también hay movimiento.
Pregunta: ¿Qué balance haría de este primer año de gestión en Pozoblanco?
Respuesta: El balance es nulo, un balance que he catalogado de año perdido. Podría entender que no se hubieran hecho muchas cosas si el equipo de gobierno fuera nuevo o hubiera habido cambio en la alcaldía, pero no olvidemos que el alcalde y el núcleo fuerte de ese equipo ya lleva gobernando seis años. Podría haber sido un año de muchos proyectos y ha sido al contrario; seguimos viendo paralización, una mala gestión o una gestión nula. En definitiva, ha sido un año perdido con todo lo que ello conlleva. Hemos visto cómo se han hecho ya cuatro modificaciones de crédito, cómo se han cambiado los planes provinciales; sigo diciendo que hay una gestión nula. Este equipo de gobierno, o el alcalde, sigue con la cabeza en otro sitio y no está capacitado para gobernar Pozoblanco.
P: ¿Por qué no salen proyectos hacia delante?
R: Depende de a quién le preguntes. Si le preguntas a él la culpa es de otros y si le preguntas a esos otros la culpa es de él. Yo quiero creer a esos otros porque la prueba está en que por falta de trabajo y profesionalidad de los trabajadores del Ayuntamiento no es. Si hay muchas cosas paralizadas es por su culpa. No es normal que haya vecinos que lleven desde el 25 de enero sin poder el vado en su cochera porque no haya una persona en el Ayuntamiento trabajando, no es normal con la capacidad que tiene este Ayuntamiento. Estamos hablando de cosas sencillas, del día a día, y eso demuestra la falta de previsión. El Ayuntamiento ahora mismo es una barca que hace aguas por todos sitios y salen cosas porque en esa casa hay profesionales como la copa de un pino.
P: La pérdida de un concejal del equipo de gobierno por el caso que todos conocemos ha marcado el primer año de mandato. ¿Cómo valora todo lo ocurrido y, por extensión, la comisión de investigación creada para esclarecer este caso?
R: Lo de la ruptura fue una cosa que pusimos sobre la mesa en el mes de octubre, a tres meses de haber empezado el mandato. Se nos tachó de todo por parte de la portavoz del equipo de gobierno y del alcalde y meses después vemos la ruptura. Pero no ha sido una ruptura seca y ya está, sino porque hay problemas serios dentro de este equipo de gobierno. Sigo diciendo que no será la última porque vemos el día a día del Ayuntamiento y está claro que así no se puede trabajar.
Con respecto al tema de la comisión, es una comisión que propusimos junto a IU porque entendíamos que había que hacerla porque no nos estaba llegando documentación que estábamos pidiendo y creímos que por transparencia había que solicitarla. Pero tuvimos que dar otro paso, que fue meditado y que dimos por responsabilidad, poner en manos de la fiscalía esta situación. Eso no quiere decir que la comisión no tenga sentido, por mucho que el alcalde se empeñe en decir que es un teatro que hemos ido buscado. Una cosa es la comisión de investigación, que es política, y otra que un juez saque conclusiones si tiene que sacarlas. Por lo tanto, la comisión está ahí, se ha desarrollado a trompicones y ahora llevamos un mes sin saber nada de lo que va a ocurrir porque ya caducó. Hay que aprobar el dictamen dentro de la comisión y será complicado viendo la predisposición que tienen algunos. Luego hay que tener un pleno para aprobar ese dictamen y la única persona competente para convocar es el alcalde y no tenemos ninguna noticia.
P: Queda acreditado que hubo una persona que cobró sin trabajar y la ciudadanía se pregunta por qué. ¿Esa pregunta ha tenido contestación dentro de esa comisión?
R: No y no será porque no lo hemos preguntado, nosotros y otros compañeros de la oposición. Hay tantas cosas que no tienen respuestas por parte de quien creemos que es responsable y cuando digo que es responsable es porque al final es el máximo mandatario del Ayuntamiento. No ha respondido esas preguntas, nosotros políticamente no somos jueces y por eso decidimos ponerlo en manos de la justicia. Lo vuelvo a decir, hemos puesto el tema en manos de la Fiscalía, que sea la justicia la que ponga orden. Está claro que un problema ha habido porque hay una persona que sin trabajar se le han pagado seis meses, algo falla. Que el juez estima que no hay delito, yo saldré y diré que nuestra responsabilidad era ponerlo en manos de la justicia, pero evidentemente algo falla en el Ayuntamiento. Llevamos sin tener comisión de personal tres meses, eso no debería ser así. ¿Por qué no hay comisiones de personal? ¿Por qué se ocultan tantas cosas en ese ámbito? A mí no me crea ningún tipo de tranquilidad y tengo que acudir donde he acudido, pero por responsabilidad y porque la ciudadanía también me lo pide. Entiendo que nos han puesto en la oposición para fiscalizar, nosotros podemos fiscalizar hasta donde podemos y cuando nuestros asesores jurídicos nos dicen que la única forma de saber la verdad es acudiendo a la justicia es lo que hacemos.
P: Habrá quien piense que estaba la opción de poner una demanda, por qué se van a la Fiscalía.
R: La opción de la Fiscalía es más extensa en el tiempo porque tiene hasta seis meses para admitir a trámite o no esa demanda y luego lo pone en manos del juez. Si nosotros nos hubiéramos ido directamente al juzgado hubiéramos tenido que denunciar directamente a personas en concreto y este partido no tiene ese interés. Lo que hemos puesto en conocimiento de la Fiscalía es una irregularidad que ha habido en el Ayuntamiento. Hemos optado por esa opción a pesar de ser la más larga y la más difícil de resolver directamente, pero creemos que nuestra responsabilidad era esa.
P: Me gustaría antes de proseguir con temas más específicos ver también el papel del PSOE como oposición. ¿Está contento con el trabajo realizado hasta la fecha?
R: Si. Estoy contento, primero del equipo que tengo. Llevamos un año y cuando hablo con compañeros que han tenido esta experiencia lo que está pasando en este primer año es lo que ha pasado en otros mandatos cuando quedaban veinte días para la finalización. La crispación, el nerviosismo, las malas artes empezaron el primer día que tomamos posesión; viendo esos inconvenientes, que el grupo municipal es completamente nuevo, incluido yo, es difícil cogerle el pulso a la política. Tenemos enfrente a una persona, al alcalde, que ya tiene una experiencia… Entiendo que a pesar de nuestros fallos, soy una persona autocrítica y pienso que hemos fallado en nuestra forma de actuar algunas veces, quizás porque yo soy una persona excesivamente pausada. En política pensar las cosas dos días te puede hacer perder la oportunidad de hacerlo porque ya no tiene repercusión. En política hay que tomar decisiones meditadas pero de hoy para hoy; el talante que hay que tener en un salón de plenos es complicado mantener la educación, la calma ante el ambiente de crispación que hay en el Ayuntamiento de Pozoblanco, es imposible enfrentarse a unas personas que solo buscan las confrontación y sacarte de tus casillas.
P: Ese talante del que habla también puede ir en su contra porque la gente espera otra cosa.
R: Sí, lo he dicho, pero me gusta ser una persona dialogante, respetuosa y eso ha provocado que me haya llevado alguna decepción y ver algunos errores que evidentemente los analizo con mi grupo y tengo que corregirlos. Creo que en un año hemos aprendido lo que en otras situaciones se hubiera aprendido en tres.
P: Usted como parte del PSOE lleva su mochila, que se le recuerda frecuentemente con ese PSOE que castigaba a trabajadores, que censuraba… Ahora está pasando lo mismo, trabajadores apartados, medios de comunicación vetados, colectivos a los que se les quita las subvenciones sin explicaciones. ¿No cree que ahí el PSOE sí ha fallado, en no defender de una manera más tajante los intereses de toda la ciudadanía?
R: Si, está claro que se puede hacer más. Es cuestión de saber dar esa voz y quizás pueda ser una de las cosas que tengamos que tomarnos en serio y empezar a llevar a cabo. Es cierto que seguimos escuchando a la gente, no hemos dejado de escuchar a la gente. Pero también es cierto que hay muchos colectivos, muchas personas que están sufriendo una discriminación total, pero esto no es fruto de que llevamos muchos años de gobierno, esto es fruto de las personas. Yo no creo que lo que está pasando ahora, de la forma que está pasando, haya pasado en otras épocas porque esto es brutal. Lo que está sufriendo una parte de la ciudadanía por el hecho de parecer apoyar a otras opciones políticas, está sufriendo una persecución y un acoso que no es normal. Eso no se puede concebir y la oposición tiene que estar ahí y lo estaremos.
P: La situación de la que se parte este mandato es la siguiente. Un equipo de gobierno, el PP, con una mayoría aplastante y una oposición con seis concejales y los seis nuevos. A cualquiera que se le planteé ese escenario podría pensar que se arrancaría con total normalidad, sin conflictos, sin crispación ante ese reparto de fuerzas. ¿Por qué esto no es así?
R: Está claro que parte de una única cosa, de la persona que tiene que dirigir la corporación, el alcalde. Nosotros somos seis personas en la oposición, me centro en mi partido, cuatro personas con un talente muy parecido al mío, nos gusta escuchar, debatir, hemos venido para aportar, pero cuando te encuentras enfrente a un equipo de gobierno que dice que pone piedras en las ruedas del carro del Ayuntamiento y que por nuestra culpa no salen proyectos… Mire usted, a nosotros nos han votado 2.500 personas, al PP lo han votado 5.200, la proporción está muy clara. Pozoblanco tenía muy claro que lo que quería era un gobierno del PP y a nosotros nos ha puesto en la oposición. Nosotros con cuatro concejales qué podemos paralizar en el Ayuntamiento, nada. Nosotros no podemos tumbar un presupuesto municipal, ni tumbar un proyecto, por lo tanto se nos intenta echar una culpa que no tenemos. Pero también es cierto que se podrían sacar cosas con un consenso, cuando lo hemos intentando se ha conseguido para alguna cosa puntual, y la repercusión que podría tener es mucho mayor. Se podría aprobar un presupuesto con consenso, sería señal de cordialidad, de ver que hay gente que está dispuesta a escuchar, no podemos olvidar que a nosotros nos han votado 2.500 personas que piensa que se puede gobernar Pozoblanco de una forma distinta y, por lo tanto, el equipo de gobierno también podría escuchar a esa parte de la ciudadanía. Pero no se hace eso.
P: En estas entrevistas, hablo de las de sus compañeros portavoces, se habla mucho de Santiago Cabello, pero me gustaría hablar también del equipo de gobierno en su conjunto. Cualquier persona que tenga relación con el Ayuntamiento puede observar que casi todo pasa por el primer edil, ¿qué papel juegan el resto de concejales?
R: Eso es lo que yo me pregunto muchas veces, esto es inconcebible. Ahora que por mi posición tengo opción de conocer las realidades de otros municipios veo que los alcaldes coordinan el grupo pero los concejales tienen libertad para hacer y deshacer. Aquí no, la omnipresencia del alcalde es imprescindible y luego no se toman decisiones sin que el alcalde las autorice. Así no se trabaja bien y me cuesta entender que esas nueve personas cómo no son capaces de decir, qué hacemos aquí. Ellos son los que gestionan muchas actividades pero están atados a su autorización, muchas cosas de las que se hacen mal quizás no sea porque ese concejal sino porque la autorización llega tarde. No entiendo como no se plantan y tienen un poco de autonomía. Ellos podrán decir lo que quieran, pero las pruebas están ahí; cualquier ciudadano, cualquier colectivo sabe perfectamente que no hay una decisión que se tome en una reunión con un concejal que después no tenga que ser autorizada por el alcalde y eso es así. Entiendo que así no vamos bien.
P: Hay tres proyectos que se viene repitiendo en los dos últimos mandatos. La residencia, que parece olvidada; el polígono industrial, que no tiene dotación económica en el presupuesto de 2024; y el Mercado que parece que hay atisbos de actuación. ¿Qué sabemos de estos proyectos?
R: Hay tres proyectos que eran bandera de este equipo de gobierno, que se presentó a las elecciones con un programa electoral que presentaron dos días antes. Uno, que ya estaba anteriormente y que probablemente fue responsable de esas victorias, aunque no voy a entrar a valorar cómo se consigue o se pierden unas elecciones, pero centrándome en los proyectos en la residencia ya hemos preguntado. El concejal de Salud dejó muy claro que no iba a haber residencia en Pozoblanco, lo dejó muy claro, el alcalde no, lo dejaba en el aire. En estos días hablando de otros temas urbanísticos, el alcalde nos dijo que había un espacio reservado que iba a ser para la residencia, pero que ya se vería. Ya se está dejando caer, en círculos cerrados siempre, que ese proyecto está descartado.
Tenemos otro proyecto importante que parecía que en septiembre de este año ya podían venir las empresas a instalarse en Pozoblanco, que es el polígono industrial. Desde que este señor está alcalde parece que Pozoblanco ha triplicado el suelo industrial pero no olvidemos que el único suelo industrial que hay en Pozoblanco, esté bien o esté mal, es el que el PSOE puso hace 25 años, esos 25 años que tanto se siguen nombrando. El polígono industrial no tiene ni un euro de partida presupuestaria, mucho me temo que se acabará el mandato y no veremos ninguna empresa instalada. Otra cosa es que veamos alguna máquina allí moviendo un poco tierra o él con un cartel en el espacio del polígono.
Y luego otro proyecto que era el Mercado. Hemos visto aprobar hace dos mandatos un proyecto y lo primero que me encontré en Diputación es una solicitud para cambiar los planes provinciales, destinados a esta reforma, para que esos planes provinciales se ejecuten en otro tipo de obra, descartando el Mercado y destinándolo a las pistas del Club Hípico. Pero es que ahora, este año, se vuelven a aprobar los planes provinciales y el Ayuntamiento vuelve a solicitar ese proyecto, 400.000 euros que da la Diputación, sin mover un dedo el alcalde, y el alcalde decide que 300.000 euros van a ir para la compra de un edificio que hay a los alrededores del Mercado y el resto para la demolición de ese edificio y la del Mercado de Abastos. Por lo tanto, acabará el mandato y entiendo que no tendremos la obra del Mercado porque la Diputación engloba los planes provinciales en dos bienios y mucho hay que correr para ver las obras en ese segundo bienio. Vamos gobernando por ocurrencias, entiendo que hay que tener un proyecto de ciudad más ambicioso, un proyecto con vistas al futuro.
P: Más allá de esas tres grandes cuestiones, ¿hay otras?
R: Por eso le digo que aquí no hay ningún proyecto de ciudad, de cara al futuro, vamos a haciendo las cosas por ocurrencias. Nos presentamos a las elecciones con un proyecto que podía sentar las bases para el futuro, buscar una ciudad más homogénea, más humanizada hablando urbanísticamente. Cómo está el centro de Pozoblanco, si es que el problema es que ya estamos con cierre de empresas de la mitad de la calle Mayor para abajo. Esto no consiste en arreglar dos calles, se trata de hacer un proyecto que abarque desde el Mercado de Abastos y a raíz de ahí plantear un eje fundamental hacia la calle Real, Ayuntamiento y Plaza de Santa Catalina. Otra cosa que habría que analizar con detenimiento es la calle Mayor, sigo diciendo que hay que invertir en humanización, que es lo que le da vida a la ciudad. Para eso hay que hacer estudios, son proyectos de mucho tiempo, hay que empezar.
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