El otro día Rocío me dijo un refrán que yo ya sabía pero no recordaba o hacía mucho que no recordaba: hay tres jueves en el año que brillan más que el sol: Jueves Santo, Corpus Cristi, y el día de la Asunción. No le quito ni una coma. Pero el mejor es el día de la Asunción y los días que vienen después del día de la Asunción. En esos días y prácticamente hasta que llega San Miguel, el 29 de septiembre, y los aparceros cierran los tratos; se concentran todas las fiestas patronales o casi todas o una gran mayoría de las fiestas patronales de todos los pueblos: de Zamora a Belalcázar, de Castilla La Mancha a Huelva; es decir y ésto es: la mayoría de las ferias de España. Y si no bailas a cadera suelta “tengo el alma en pedazos ya no aguanto esta pena” ya te puedes volver a Malasaña a hacerte la moderna.
Otro refrán que a mí me gusta mucho y del que sí que me acuerdo mucho, pero, que digo poco, o lo digo menos de lo que me gustaría es el que dice que cada uno cuenta la feria como le va. Y añado, como en la vida; porque las ferias son una vida chiquita de 5 a 7 días y sobre todo son una vida entera en los pueblos chicos porque se vuelven capitales por un instante. Y lo sabes. O lo has sabido. O mejor: lo vas a saber este verano. Y no es envidia es admiración: si la feria de tu vida es ésta lo sabes, porque lo que sabes, sobre todo es que no se repite, querido. Y eso sabiendo que algunas se van a parecer, porque tendrás muchas y buenas, pero no se repite y está bien y es normal y no está mal.
La feria es un momento de tormenta dentro de la paz del verano; porque claro las ferias de los pueblos no caben en primavera. No hay agosto sin feria ni feria sin la calor suficiente para decir qué calor o esperar a que llueva: la tormenta de verano y ponerte una chaqueta que llevas todo el año paseando en el coche o mejor: que se la ponga otra u otro al que te quieres camelar; porque la feria es eso: camelar y que te camelen y las patatas asadas y Camela en los coches de tope hace 25 años, y bueno, hoy también. Estar de moda durante 40 años tiene que ser agotador, y sin embargo no hay feria que se entienda sin Nunca debí enamorarme sentado en una hamburguesería. La tómbola de tu vida: una mountain bike y un beso a deshoras que te dura 15 años. Llegar tarde y despertarte temprano para no contarlo. Ser elegante.
En Hinojosa del Duque, mi pueblo, el regalo que se le hace a los niños y a las niñas por feria es el enferio, que ya es bonito el nombre; pero Mati me contó un día que en Pozoblanco, su pueblo, es el fereo, que es más bonito aún o a mí me parece más bonito, aunque en realidad es bellísimo. La supremacía pozoalbense, Julia. La feria, en fin, tiene sus rituales como el pregón, o las luces o los puestos de los ambulantes y los churros al amanecer. Bueno, los amaneceres de las ferias son otra cosa y deberían ser un género literario porque son la cosa más espectacular del mundo te pille donde te pille y te pille con quien te pille. El chiste de la feria no es no dormir, es dormir en la cama que no te toca y aguantar el tirón por la mediodía con tus colegas aunque vayas vestido de guapo. Y la comida del trabajo y tu madre preguntando si hoy sales otra vez. Y las 1000 pesetas de tu abuela con 15 años y el dolor de no tenerlas porque ya no está. La feria es tu feria cuando tu abuela te llevaba a casa con 8 años mientras tus padres rondaban. Y nacer en feria.
Mis mejores ferias fueron las ferias de mediados de los 90: 1996, 1997, 1998 y 1999; bailaba como si nadie me mirara (y tú también); y sin embargo he tenido tardes apoteósicas casi con 40 tacos. Coño, es que la feria es lo más parecido a ser joven siempre incluso hasta cuando eres joven. Si te sigues apretando las zapatillas cuando sales de casa, cuando te vistes para salir, por lo que pueda pasar, sabes lo que digo: eres de los míos. Encontrarse tiquets en noviembre en la chaqueta vaquera y la certeza de que no has podido llegar a todo. No sufras, hay más ferias de las que puedas abarcar. Ducharte a las 8 de la tarde y salir sin ganas. Ser valiente e ir prudente. La feria, y ya lo dije más arriba, es como la vida; y la vida es todo a la vez.
Y disfruta porque llegará septiembre y las aceras estarán por barrer y las tardes muertas y ponerse guapa o guapo para no ir a ver a nadie o para que no te vea nadie; porque la feria es el postureo antes de Instagram y lo sabes, claro que lo sabes. Y te echaré de menos si no te veo, y llegaré tarde alguna tarde y espero verte guapo, amigo, y compraré churros para llevar a casa y que no me regañen y te tendré de frente y quedaremos en la entrada o te veré allí: porque es feria.
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