Recuerdo que el primer año en la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba, donde estudié, coincidí con muchos compañeros de la Campiña sur y del Valle del Guadalquivir. Buenos amigos de aquellos años que venían de Montilla, Aguilar, Fernán Nuñez o Palma del Río. De los Pedroches éramos los menos: Antonio Jesús y yo mismo. Recuerdo también como entre debates, discusiones y cachondeos varios nos decían que allí en el Norte con ese acento raro, gracioso y cantao no podíamos ser andaluces. A mí aquella broma de chavales de 18 años me daba que pensar.
No voy a entrar en el debate de la andalucidad de Los Pedroches porque estas tierras de frontera no siempre han pertenecido a Córdoba pero cuando éramos Túrdulos sí que estábamos en el Conventus Cordubensís pero que en la Edad Media éramos mediopensionistas y así todo el rato; porque es estéril. La influencia de la capital cordobesa para con Los Pedroches y el Guadiato económica, comercial, sanitaria o administrativa es obvia y evidente: ¿o dónde trabajan nuestras empresas?, ¿o van ustedes comprar al Corte Inglés de Don Benito? Igual de obvio y evidente es la influencia cultural y la relacionada con nuestro habla o la gastronomía que tenemos desde la zona baja de Extremadura. Y esto nos enriquece y nos distingue. Olé.
Pero sí que voy a entrar en el abandono que desde la capital se hace del Norte, como decían mis compañeros de carrera; y cómo desde la parte de rica de la provincia se desconoce de manera casi absoluta incluso el nombre de nuestros pueblos. Esto último no es una opinión es un hecho. La negación de esa andalucidad que medio en broma medio en serio decían aquellos chavales de 18 años provoca el desconocimiento hasta de nuestra mera existencia: de hecho está ya instalada en el subconsciente del resto de la provincia. ¿Creen que exagero? Vean el famoso mapa de la inversión de infraestructuras viarias de la diputación de Córdoba. Pues eso.
¿Y saben por qué ocurre todo esto?, ¿por qué no estamos en los planes de desarrollo, por qué no estamos en el ideario provincial de la inversión empresarial o pública? Porque somos pobres. Por eso mis compañeros de facultad medio en broma medio en serio nos negaban la andalucidad (o como se diga) por eso estamos invisibilizados en el ideario de la provincia, por eso somos los únicos pueblos de toda la provincia identificados con lo rural y asumimos incluso ese fariseísmo bucólico de la España vacía: porque no tenemos otra cosa.
Hace unos días leí el dato de que el estado autonómico ha reducido más de 30 puntos la brecha entre comunidades ricas y pobres en los últimos 45 años; y la comunidad autónoma andaluza ha mejorado en mucho y esto ha hecho que los pobres y de acento raro y gracioso de España se hayan visibilizado. Un poquito. ¿Y saben cómo se ha conseguido ese proceso? Con el dinero que nos dio el artículo 151 de la Constitución Española y que hoy celebramos. ¿Y saben cómo podemos conseguir nosotros Los Pedroches aparecer en el ideario del resto de la provincia? Con dinero. Lo demás es todo literatura.
Feliz día de Andalucía
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