Quince horas de música ininterrumpida era la propuesta del WhiteWell Festival en la que fue su segunda edición. Una vuelta de tuerca de la organización que quiso poner los cimientos en Pozoblanco para la celebración de un evento al más puro estilo de festival: pulsera para acceder a los conciertos, horas de música, variedad en los escenarios y la posibilidad de salir del Recinto para recargar pilas. Comparada con la primera edición, la fórmula utilizada para esta segunda gustó más y el público respondió mejor que en 2014 cuando Loquillo fue el cabeza de cartel junto a Los Enemigos.
«Los Agentes Judiciales», como ya ocurriera el año pasado, fueron los encargados de «bailar con la más fea» y abrir el Festival que fue calentando poco a poco y subiendo en adeptos conforme fue pasando la tarde y llegaron las actuaciones de «Los Aslándticos» y «Son de Nadie», que volvió a demostrar que «en su casa» siguen teniendo a sus incondicionales. «El Puchero del Hortelano» cerró las actuaciones en el pabellón multiusos del Recinto Ferial antes de que los dj’s subieran al escenario.
Después del paréntesis de la final de la Champions, llegaron los que eran los platos fuertes del Festival, Rosendo y Celtas Cortos que volvieron a cautivar a toda una generación que se sumó al repertorio propuesto por ambas bandas. El fin de fiesta llegó de nuevo con el cambio de escenario y los dj’s como protagonistas, que una vez acabados los conciertos volvieron a contar con el beneplácito del público.
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