Dicen los acuerdos no escritos de la política que a cualquier gobierno hay que darle cien días de cortesía para poder empezar a analizar su gestión. Los gobiernos municipales que salieron de las elecciones del 24 de mayo ya han agotado ese plazo y los gestores que hayan gozado de esa cortesía pueden estar diciendo adiós a la misma. En Pozoblanco, por tanto, ya hace cien días que el gobierno lo vienen realizando la coalición formada por Pozoblanco en Positivo y Partido Popular y en este tiempo se ha podido ver un esquema y dibujo de lo que podría ser esta legislatura, aunque sea a grandes rasgos.

 

La gestión del cogobierno se ha encontrado con dos tiempos, los políticos y los administrativos y de ahí que algunos acciones vayan más lentas de lo que a los propios gestores les gustaría. En estos cien días, en la parte positiva, queda la aprobación para empezar a dotar al polígono de La Dehesa Boyal de más suelo industrial; la intención manifiesta -que aún no se ha visto refrendada sobre el papel- de llevar a cabo la remodelación del Mercado de Abastos a través de un concurso de ideas; se está gestando el nuevo pliego de condiciones de limpieza y mantenimiento de parque, jardines e instalaciones municipales y se ha procedido a mejorar el aspecto de la calle Mayor y Real -en lo que se refiere a limpieza- aunque le haya costado a las arcas municipales 5.000 euros extra. Es decir, se está actuando en tres problemas históricos de Pozoblanco: falta de suelo industrial, limpieza y mal estado del Mercado de Abastos.

Luego está el trabajo diario y ahí pues cada concejal viene trabajando en su departamento y se ha podido ver cómo se ha ampliado el horario de los aparcamientos públicos situados en el Paseo Marcos Redondo, como ha visto la luz una programación cultural que hace un guiño a un público para que el Teatro «El Silo» parecía estar vetado o se ha preparado una feria que se pretende que sea un punto de inflexión.

Las formas de hacer política

A grandes rasgos este sería el panorama político, luego habría que entrar en las formas. El equipo de gobierno se encontró con dos asuntos de envergadura sobre la mesa nada más entrar en el Consistorio. El primero, el Open de Tenis Ciudad de Pozoblanco al que se dio cerrojazo, con algunas declaraciones fuera de tono, y el tema de la modificación del PPR 2-A donde el equipo de gobierno jugó mal sus bazas. El tema salió a la calle de la mano de la oposición y dejando clara la postura de los gestores al respecto sin haber escuchado a nadie, salvo a los técnicos municipales. Se quedaron cojos en participación ciudadana y eso es una cuestión que viene marcando los primeros meses de la legislatura. Eso sí, visto lo visto por falta de reuniones no será y se «ha echado el freno» para, al menos, escuchar a los más afectados.

En cuanto a las formas, se ha hecho un esfuerzo, por parte de todos, de rebajar la tensión y eso es algo que se observa en las sesiones plenarias donde el diálogo abierto viene siendo la base de la «convivencia». Y aunque antes hablábamos de salidas de tono, lo cierto es que podrían entrar dentro de esa adecuación al cargo.

También se ha hablado mucho de transparencia, que viene a ser continuidad del código ético que nos acompañó durante toda la campaña electoral. En esta parte entra lo que cada uno entienda por transparencia y si considera que es necesario gastarse 14.000 euros en un portal y en colgar una información que se está obligado por ley a ofrecer al ciudadano. Para algunos no será necesario que el alcalde publique su nómina y otros aún están esperando que el resto de concejales la publiquen para cumplir con el código ético promulgado desde Pozoblanco en Positivo y firmado por el Partido Popular. Y, por supuesto, la transparencia no es ofrecer datos sino contextualizar esos datos y entra en juego la calidad de los mismos. Tema complicado.

El cogobierno

Lejos de la gestión, queda en volver a ver en Pozoblanco a dos grupos de la mano ejerciendo las funciones de responsables políticos. Incido, dos grupos y eso ya se puede observar no quizás tanto en la gestión como en el día a día. La distribución de papeles al principio de la legislatura no es algo que pueda tildarse de casual y Pe+ empezó la partida metiéndole varios goles por toda la escuadra a su compañero de viaje. El reparto, lo hiciera quien lo hiciera, favorece de manera clara a Pe+ con una atribución de concejalías, digamos, más «blancas» que otras. Y eso empieza a hacer mella a un PP que no quiere tener un papel secundario en ningún aspecto. Y es que cien días pueden ser pocos para tomar decisiones pero puede ser muchos para empezar a ver personalidades.