Sebastián Pérez fue elegido el pasado 3 de julio como coordinador provincial en Córdoba de Izquierda Unida. El político hinojoseño encabezó la única candidatura presentada y tomó, a partir de entonces, el relevo de Pedro García. De fuertes convicciones, Sebastián Pérez dice encontrarse a una organización «fuerte» sin la que no se explicaría el papel de la izquierda en España. Mantener esa fortaleza se presenta como un reto para el coordinador provincial de IU, pero también abordar cuestiones que están en la agenda de su formación y que pasan por un cambio en el modelo productivo para atajar problemas como la despoblación. Crear futuros en los pueblos es una de sus máximas como se desprende en la entrevista que nos concedió un político que reconoce que «molestamos, siempre lo hemos hecho», pero que apela al compromiso «de la gente buena» para mantener vivas las ideas de una fuerza que ostenta trece alcaldías en la provincia.
Pregunta: ¿Qué le llevó a dar el paso de presentar una candidatura para llevar las riendas de IU en la provincia?
Respuesta: Primero, mi compromiso personal y militante como hombre de izquierdas, con conciencia de clase en un contexto político muy complicado, en un sistema económico capitalista que a nosotros no nos gusta, que genera explotación y desigualdad. Ante esa situación y con la experiencia de haber sido secretario de organización provincial durante algunos años me plantearon la posibilidad de que yo asumiese este nuevo reto en IU Córdoba, que es una referencia en la izquierda de este país y de la que yo me siento muy orgulloso. Dimos el paso para tirar esa candidatura hacia delante. Al final ha finalizado con éxito, una candidatura unitaria, estoy satisfecho porque creemos que podemos dar un avance importante para las condiciones materiales de la vida de los vecinos y vecinas de nuestra provincia.
P: Ha conseguido una candidatura de unidad.
R: Es algo muy positivo, conocemos los debates internos históricos de la izquierda y lograr una candidatura de unidad no es fácil en una organización como IU. Eso demuestra varias cuestiones, lo primero que tenemos una militancia muy cohesionada que sabe entender el momento político, porque los momentos actuales llaman a la unidad frente a esta crisis económica capitalista, frente a una derecha reaccionaria. Hay que construir una alternativa desde la izquierda y con la unidad de la misma y esta candidatura responde a esas tesis.
P: ¿Qué formación u organización se encuentra?
R: Me encuentro una organización muy fuerte. IU en la provincia de Córdoba es una organización que tiene más de dos mil militantes y simpatizantes, resistimos en sitios difíciles y conservadores, de una forma ejemplar. En otros muchos sitios somos una fuerza hegemónica. Una organización que tiene más de 130 concejales en la provincia de Córdoba, con 13 alcaldías, 5 diputados provinciales, que gobierna la Diputación provincial, con una diputada en el Parlamento andaluz que está siendo la oposición al gobierno reaccionario de las derechas y con una diputada en el Congreso de los Diputados. Una fuerza importante, con una tradición histórica porque la vida de la ciudadanía cordobesa no se puede explicar sin las políticas diarias que IU aplica. La izquierda de este país no se puede explicar sin IU Córdoba y eso es así.
P: ¿Qué retos se plantea?
R: Nuestra provincia tiene problemas estructurales graves, de infraestructuras, de despoblación, de desindustrialización, de desigualdad, de explotación. Todos esos retos tenemos que afrontarlos y para ello necesitamos una IU fuerte, con mucha militancia, con implantación territorial y con políticas que combatan directamente esas cuestiones. Todos sabemos cómo en la provincia hay muchos hombres y mujeres con contratos de 4 horas que trabajan 12 horas, explotados o con nóminas que nunca llegan a cobrar; cómo se está concentrando la propiedad de la tierra cada vez en menos manos, cómo no llegan fondos de inversión, cómo cada vez más pueblos se están despoblando, el avance de las políticas conservadoras que están cerrando centros educativos… Eso se evidencia en que cinco de los 15 barrios más pobres del país están en la provincia de Córdoba, en que las pensiones más bajas del país están en la provincia de Córdoba. Todos esos retos hay que afrontarlos desde la izquierda porque son desigualdades y las consecuencias de un sistema del capitalismo de explotación. Por lo tanto, necesitamos una IU fuerte que apueste por la unidad de la misma, eso es fundamental, y con un elemento esencial la necesidad de conciencia de clases trabajadores para afrontar estos retos.
Hay que construir una alternativa desde la izquierda y con la unidad de la misma y esta candidatura responde a esas tesis.
P: Ha hablado de la fuerza de IU. En la comarca gobiernan en municipios como Cardeña y Villaralto, pero en los núcleos de población más importantes como Pozoblanco, Villanueva de Córdoba e Hinojosa del Duque resisten a duras penas.
R: Hay un pasado histórico, el norte de la provincia fue una tierra que resistió, fue la retaguardia republicana frente al Golpe de Estado de 1936, fue un lugar de espacio de resistencia y cuando cayó el frente lo que se produjo fue un auténtico genocidio, la eliminación de familias enteras asesinadas que podemos ver en las numerosas fosas que todavía se mantienen en estos municipios y a su vez la huida de muchos hombres y mujeres que tuvieron que salir exiliados ante una vida de castigo, de tortura y de amenazas del franquismo. El franquismo construyó una sociedad muy conservadora dándole el poder económico a ciertos caciques y terratenientes y a ciertas familias y eso es una herencia importante. A pesar de eso, es verdad que mantenemos ciertos núcleos importantes como son Cardeña o Villaralto, pero hemos perdido fuerza también y hay que decirlo porque la despoblación nos ha afectado en un modelo de producción desindustrializado, ya no hay grandes fábricas en nuestra tierra, donde los trabajadores y trabajadoras se organizaban. Hoy existen pequeñas y medianas empresas con el falso discurso de los autónomos convertidos en Florentino Pérez, donde a su vez la concentración de la tierra y propiedad se está manifestando claramente. Pongo un ejemplo, Hinojosa del Duque es el municipio más desigualdad de la provincia donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Un contexto que hace que IU haya pasado momentos complicados, pero también tengo que decir una cuestión, todas las candidaturas que presentamos en las últimas municipales en Los Pedroches obtuvieron representación, todas, no nos quedamos fuera en ninguna.
P: Ha hablado de autónomos. ¿Tiene la sensación de que se está imponiendo el discurso del emprendimiento como única opción en nuestra comarca?
R: Evidentemente, hay una parte muy clave ahora con el discurso de la España vaciada, pero en realidad no se quiere atajar el problema real. El problema real es que tenemos un modelo productivo que está en base a los intereses de los cuatro-cinco oligarcas y fondos de inversión. No va a venir a nadie a poner una fábrica que permita generar miles de puestos de trabajo, tienen que ser el Estado y sus administraciones públicas los que intervengan y planifiquen la economía. Los que digan que no puede ser que una comarca como la nuestra, rica en recursos naturales, tenga una situación económica cada vez peor. Los trabajadores tienen que tener un proyecto de vida, en nuestra tierra no hay proyecto de vida porque el Estado ha dejado de intervenir y lo ha dejado en manos de cuatro o cinco oligarcas que prefieren tener sus fábricas en Bangladesh, Sri Lanka o en alguna mina perdida del Congo. En esa cuestión del famoso discurso del emprendimiento si perspectivas y sin un tejido productivo real es el Estado el que tiene que empezar a planificar, intervenir la creación de empresas con productos endógenos para transformar y dar futuro. Voy a poner un ejemplo, la provincia de Córdoba al país que más exporta de toda Europa es a Italia, no son exportaciones, se vienen las compañías y compran, se llevan el aceite de oliva, lo transforman y se enriquecen a costa de nuestros recursos naturales. Es un ejemplo de lo que está provocando este modelo productivo, hay que darle la vuelta, tenemos los recursos propios, generemos fábricas, generemos industrias y verás cómo los trabajadores y trabajadoras se quedan en sus pueblos, verás que hay proyecto de vida en sus pueblos y hay futuro para las generaciones. Si no, estamos abocados a un auténtico desastre poblacional.
P: ¿De verdad ve posible revertir el fenómeno de la despoblación?
R: Sí, pero es contrario al modelo de producción capitalista. No hay alternativa a la España vaciada si no se cambia el modelo productivo, se necesita que el Estado planifique la económica, de lo contrario no vamos a cambiar este modelo con ese falso modelo de emprendimiento o con el único monocultivo del turismo, ya estamos viendo los datos de precariedad y de explotación que provoca el turismo. Creo que la pandemia ha servido para darse cuenta, ha dejado retratado a un modelo productivo que era incapaz de fabricar mascarillas y que los países de la UE pirateaban o se robaban las mascarillas. No habrá futuro en Zaragoza, en Teruel, en Zamora o en Los Pedroches si el Estado no gestiona y genera producción real de cuestiones tangibles manufactureras.
P: Siguiendo con problemas que afectan a esta zona le tengo que preguntar sobre las declaraciones realizadas por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre el consumo de carne. ¿Cree que se ha equivocado?
R: Para ser francos en el análisis lo que ha dicho Alberto Garzón no lo ha dicho él, lo ha dicho la FAO, lo ha dicho Naciones Unidas, la Comisión Europea, el Gobierno de España y lo ha dicho la Junta de Andalucía, hay que reducir la alimentación de ciertos productos, en este caso, de carne roja porque trae problemas sanitarios. Independientemente de eso, que es un hecho constatable, detrás de todo eso hay un debate que es lógico y es el que queremos afrontar, nosotros estamos en contra de todas esas macro explotaciones que están destrozando nuestra tierra, nuestros acuíferos y a nuestros pequeños productores, generando productos de mala calidad. Hay que dar un cambio, tenemos que proteger a nuestras pequeñas explotaciones, tenemos que beneficiarlas, proteger el medio ambiente y, a su vez, llevar una alimentación sana a nuestros territorios. Los pequeños productores pueden estar tranquilos ante IU, somos el único elemento que vamos a defenderles frente a las grandes multinacionales. Todavía me acuerdo de la fotografía de Pablo Casado y Juanma Moreno celebrando en una cadena de comida rápida la alimentación andaluza, creo que queda resumido.
P: Me ha nombrado a diferentes instituciones que han defendido esa reducción de consumo, ¿por qué entonces tanto revuelo?
R: Recuerdo cuando Yolanda Díaz dijo que había fraude y explotación laboral a trabajadores y trabajadoras en numerosas fincas. Un tiempo después se demuestra que en una de cada tres inspecciones había fraude y explotación laboral. Señalar los problemas de este país no es ningún delito, nosotros tenemos la obligación de modificar y mejorar la calidad de vida y ese es el papel de IU.
P: Hemos hablado antes de unidad, ¿cómo valoraría en la actualidad la alianza de IU con Podemos?
R: Con sus errores y aciertos, porque no es fácil. La unidad de la izquierda es un reto complicado, pero evidentemente hay una cuestión que está por encima de las organizaciones políticas y es supeditar todo ese proyecto a la mejora de las condiciones de vida. Este país no se podría explicar hoy de forma igual a la situación de 2008 si no hubiera estado Unidas Podemos. Tenemos que recordar que en la crisis de 2008 hubo recortes a la población, subida de impuestos, bajada de pensiones, bajada de salarios, hoy con un gobierno de Unidas Podemos, todo lo contrario. Solo en la provincia de Córdoba hay 4.500 personas en ERTE, eso quiere decir que 4.500 personas pueden tener un salario digno para llevar a sus casas. Unidas Podemos está protegiendo la economía con grandes transferencias de ayudas a la Ley de Dependencia. A pesar de todo eso, tenemos que avanzar y mejorar muchas más condiciones, pero este país está mejor, más protegido y más seguro gracias a Unidas Podemos y a la unidad de la izquierda.
P: Una unidad que, sin embargo, no consiguen en Andalucía.
R: Creo que es muy complicado resumir lo que ha pasado durante muchos años en Andalucía, pero es cierto que el PSOE durante muchos años ha sido parte casi de un aparato institucional y de poder casi al margen de los intereses generales de la clase trabajadora. Cuando hubo una posibilidad de hacer una transformación real en Andalucía, con un gobierno de PSOE-IU, el PSOE no quiso y se echó para atrás en decisiones relevantes para el futuro de Andalucía como la creación de una banca pública. Pasado un tiempo, el PP junto a Ciudadanos y Vox gobierna hoy y está haciendo unas políticas muy reaccionarias a pesar de la campaña de marketing de Moreno Bonilla de ser un hombre moderado mientras está sustentado por la extrema derecha. Frente a eso estamos construyendo una alternativa, tras la traumática y dolorosa ruptura de Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez y los anticapitalistas, hemos presentado ya el proyecto Unidas Podemos por Andalucía configura por IU, Podemos, donde se acaba de incorporar Alianza Verde, y lo que vamos a hacer es un llamamiento para que otros colectivos sociales y de izquierdas se involucren en este proyecto. Tenemos que crear una alternativa real al gobierno reaccionario de la derecha, un gobierno que es absolutamente inestable, por eso están todo el día con el planteamiento de si convocar o no elecciones. Frente a eso tenemos que construir una alternativa que responda a los intereses generales. Vamos a intentar construir una alternativa porque Andalucía no puede seguir en esta línea, una tierra de riqueza que sea a su vez una tierra de absoluta pobreza.
P: Pero, ¿son conscientes de que esa incapacidad de unir fuerzas crea un hartazgo en su propio electorado?
R: Lo asumimos con naturalidad, lo he dicho anteriormente, la ruptura de Adelante Andalucía, la ruptura de los procesos de unidad de la izquierda es traumática para una organización como IU que su génesis y ADN es la unidad de la misma. Nos produce dolor. Pero a pesar de ello, nuestra obligación es volver a plantear procesos de unidad porque entendemos que es la única manera de poder mejorar las condiciones de vida. Es algo muy simple, si la gente no se une en las calles, si sus organizaciones políticas no se unen, no podemos combatir con una fuerza mayor al enemigo que plantea que nuestras condiciones de vida sean peores. Esa es la batalla, vamos a presentar un proyecto ilusionante a la ciudadanía andaluza de transformación, de generación de riqueza, empleo, de un cambio de modelo productivo, de defensa de sus servicios públicos, de sus hospitales, de sus centros sanitarios, de sus escuelas, de la ayuda a domicilio, que es un elemento fundamental en nuestro territorio y con ese ímpetu vamos a construirlo. La gente nos conoce y sabe que somos garantía de unidad de la izquierda, sabe que somos gente honesta y coherente y eso hoy en día es un valor.
España necesita un debate serio sobre los medios de comunicación
P: Hablábamos antes de comenzar la entrevista del papel de los medios de comunicación en nuestra sociedad actual. ¿Qué me dice de su papel?
R: No lo digo yo, lo dijo el otro día Enric Juliana, uno de los periodistas más relevantes de este país. Le dijo a una periodista, Lucia Méndez, que no le engañase porque él sabía perfectamente cómo se trabaja en editoriales y se marcaba la línea política de un país hacia un lado u hacia otro. España y Europa necesitan un debate serio sobre el papel de los medios de comunicación. Los medios de comunicación son fundamentales, lo dice la propia Constitución española. Creo que la información es clave para que la ciudadanía sea consciente del mundo en el que vivimos. El problema, bajo mi punto de vista, parte de que no se sabe con exactitud quién controla los grandes medios de comunicación, no voy a meter a todos en el mismo saco, pero hay muchos supeditados a los intereses de las grandes multinacionales. Conozco a profesionales del periodismo que diariamente me dicen que la situación económica y de explotación laboral que sufren les impiden hacer un trabajo riguroso en muchos momentos, los centros de trabajo de los grandes medios se están quedando cada vez con menos profesionales. Es verdad que hay un salto donde se ha pasado del papel a lo digital, el papel de las televisiones, la concesión de las mismas… España necesita un debate serio sobre los medios de comunicación porque son fundamentales y porque en muchos momentos gracias a los medios se ha podido descubrir auténticos fraudes.
P: La política en España ha cambiado de escenario en los últimos años, ¿qué ha supuesto la irrupción y el ascenso de Vox?
R: Vox es una escisión del PP, por matizar, sus dirigentes provienen en la mayoría de casos del PP, otros vienen directamente de organizaciones neonazis vinculadas a movimientos directamente fascistas. España, que era una «rara avis» porque se planteaba que no iba a pasar lo que estaba ocurriendo en Europa, hasta que más tarde pasó. Tengo mis tesis respecto a eso, creo que estamos inmersos en un proceso de fascitización, que se denomina así, que dice básicamente que cuando el capitalismo entra en crisis saca su rama violenta y su rama violenta es el fascismo. En España y en el resto de Europa estamos en esa situación y Vox responde a esas tesis. El problema de Vox, que es una organización de carácter parafascista, neofascista, es que está provocando que todos los ámbitos liberales y conservadores asuman el discurso de esa organización lo que provoca que haya un acceso a esos discursos reaccionarios por parte de todos esos sectores que impregnan a la sociedad, con el peligro de que esos discursos de odio se extiendan. Vox ha cambiado el panorama en ese ámbito y por parte de las organizaciones democráticas y de izquierdas tenemos la obligación de pararlo y explicarle a la ciudadanía los riesgos que supone este movimiento. Vox no va a cambiar las condiciones materiales de vida, perdón sí las va a cambiar, en contra de la gente trabajadora y a favor de las grandes élites.
P: Dice: «Las fueras democráticas tenemos la obligación de pararlo». ¿No considera a Vox una fuerza democrática?
R: No, cómo voy a considerar democrático a Vox cuando no condena el franquismo y se sienten herederos del franquismo. Cuando señalan directamente a los hombres y mujeres de este país que tienen una orientación sexual diferente, cuando han pedido la ilegalización de organizaciones democráticas que defienden a la gente normal y corriente. No tiene sentido calificar a alguien de democrático cuando no defiende la democracia y cuando, no lo he dicho yo, su líder en el Congreso de los Diputados que este gobierno era ilegítimo, criminal y el peor de los últimos 80 años, avalando y legitimando la dictadura franquista.
P: Por último y retomando la primera pregunta que le hacía sobre qué le había llevado a dar este paso en su carrera política. ¿Cuesta aventurarse a esto de la política en los tiempos que corren?
R: Bueno, no tendría la capacidad de valorarlo porque no he estado en otra época, no soy un viajero en el tiempo. Pero sí valoro el esfuerzo de mucha militancia de izquierdas que se posiciona en contra de situaciones de injusticia social y de explotación, de las presiones que pueden llegar a sufrir, de los señalamientos por intentar tener un empleo digno y ser señalados por ir con unas posiciones coherentes y denunciar injusticias. No son tiempos fáciles, pero tampoco creo que sean los tiempos más difíciles. El compromiso de la gente buena es clave en estos tiempos y a eso apelamos.
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